Continuar con el negocio que te heredó papá no significa que no pueda ser una empresa exitosa; sin embargo, hay ciertos lineamientos que se deben seguir para lograrlo
Redacción
En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el 99.8 por ciento de las empresas en el país son Pymes y, en muchos casos, son negocios familiares. En otras palabras, para formar, organizar y dirigir una empresa, los emprendedores toman en cuenta primero a los miembros de su familia que a cualquier otra persona que pueda mostrar habilidades para el sector.
Hacer que una empresa perdure es una tarea compleja. En este caso, la capacidad que tienen las siguientes generaciones para continuar con el negocio familiar es crucial para el tiempo de vida que pueda tener una empresa construida en familia. Apenas un porcentaje muy bajo de las empresas familiares llegan a la tercera generación, como es el caso de Fátima Castelán, quien no sólo es la tercera generación de la empresa que iniciaron sus abuelos, sino que ayudo a su expansión al fundar una nueva unidad de negocios, dedicada a la manufactura de artículos de lujo en metal.
Si bien el taller que estableció su abuelo estaba especializado en artículos de plata, en particular artesanías, Fátima desarrolló una nueva unidad de negocios, a la que bautizo con su nombre. Fátima Castelán es la única compañía en México especializada en asesoría, desarrollo y manufactura de alta calidad en joyería, orfebrería, colecciones y proyectos especiales en metales preciosos.
Empresa 100 por ciento mexicana, con apenas cinco años en el mercado, tiene entre sus clientes a empresas como Televisa, Grupo Financiero Inbursa, Bellas Artes, Exportaciones Diez, Industrias Peñoles, diferentes Cámaras y Asociaciones, Organismos gubernamentales, Embajadas, Fundaciones, entre otras.
Para Castelán tener un negocio propio se dio de forma natural, pues siempre estuvo ligada a esta actividad, ya que se involucraba en proyectos de la compañía de la familia, en especial en la parte de generación de nuevos negocios y ventas. Así, además de contribuir al crecimiento de la empresa, pudo independizarse y fundar su propia compañía, en la cual trabaja constantemente para lograr más éxito y crecimiento.
Continuar con un negocio familiar implica todo un proceso. Existen diferentes factores que contribuyen al éxito y tiempo de vida de una empresa familiar. Castelán comparte algunos tips no sólo para continuar con la empresa familiar, sino para crecer y hasta encontrar nuevos nichos de expansión:
Cómo crecer un negocio familiar
Balance: en una empresa familiar, siempre debe existir un balance entre la familia y el negocio. Cada participante debe asumir su rol dentro de la empresa. Es importante que los miembros sean profesionales y aporten su experiencia a la gestión de la compañía
Diseño de un plan de trabajo: no importa el giro ni el tamaño de la empresa
Evaluar el potencial de la empresa: esto permitirá abrir nuevos mercados, nuevas líneas de negocio, o buscar nuevos objetivos que lleven a la empresa a otro nivel
Actualización: con base en las metas, actualizar personal; maquinaria; tomar cursos; empaparte sobre lo relevante de la industria a la que perteneces, incluyendo a tu competencia
Personal especializado: subcontratación de gente experta en determinada área si aún no lo tienes contratado dentro de la empresa
Inversión: para hacer que la empresa logre consolidarse y siga funcionando de modo exitoso. Posteriormente, dependiendo del éxito del negocio y del trabajo de los participantes, las ganancias podrán ser tangibles
Para Fátima, las raíces de su negocio están en la empresa que fundó su abuelo en 1973. Así, invita a todos aquellos emprendedores que estén participando en un proyecto familiar a “ponerse la camiseta; es importante estar verdaderamente comprometido con el negocio, concebirlo como el legado de la familia para no arrancar desde cero, un proyecto por el que generaciones pasadas lucharon, así como un patrimonio que está en tus manos y que tú sabrás hasta dónde quieres llevarlo”.
Así como el caso de Fátima, en México existen miles. Por ejemplo, el sector HVACR está lleno de un sinfín de empresas distribuidoras manejadas de modo familiar, las cuales en diversas ocasiones se han mostrado un poco desconcertadas por los lazos de sangre que unen su trabajo diario, pues muchas veces les ha sido difícil establecer reglas laborales. Sin embargo, aunque muchas empresas se han visto en la necesidad de terminar con su labor o, en su defecto, rompen con una buena relación familiar a causa del trabajo, los expertos en coaching empresarial coinciden en que las empresas pequeñas y familiares mexicanas se han convertido en un sector primordial para la economía mexicana.
Por ello, recomiendan enfrentar el reto del trabajo en familia y superar las estadísticas que indican que sólo el 13 por ciento de las empresas familiares puede llegar hasta una tercera generación.
Tu empresa es familiar sí
- La mayoría de la empresa es propiedad de la persona que fundó o fundaron la compañía, o son propiedad de la persona que tiene o ha adquirido el capital social de la empresa o son propiedad de sus esposas, padres, hijo(s) o herederos directos
- Al menos un representante de la familia o pariente participa en la gestión de la compañía
- La persona que fundó o adquirió la compañía o sus familiares poseen el 25% de los derechos de la empresa
Fuente: Fundación para el desarrollo de la familia empresarial