Un sistema en constante revisión garantiza un buen funcionamiento y larga vida para los productos, además de un ahorro monetario importante y prevención de la contaminación que repercute sobre la salud humana.
Por Luis Millán.
Debe evitarse el uso de ácido en todo proceso de limpieza para prevenir daños sobre los componentes sensibles.
Dentro del sistema de refrigeración, se cuenta con dos serpentines: el evaporador y el condensador. Ambos cumplen papeles importantes y la limpieza es de suma relevancia, puesto que la eficiencia del equipo se basa en la buena transferencia de calor que se lleva a cabo en los dos sistemas.
El condensador está expuesto al ambiente y se puede saturar de polvo, plumas, grasas, hojas y demás elementos. Que existan partículas de contaminación externa genera una disminución en la superficie de intercambio y una caída de presión del aire de los ventiladores; por tanto, para balancear esta situación, el compresor aumenta la presión de descarga y afecta directamente la capacidad de refrigeración.
Cuando un serpentín del condensador se satura, el equipo se vuelve ineficiente, no rechaza calor y consume mayor cantidad de energía a consecuencia del aumento de presión de descarga. En condiciones normales, por cada 3 psi de aumento en la presión de descarga del compresor, se tiene un aumento de 1.5 por ciento en el consumo eléctrico del par motor-compresor.
En el caso del evaporador, que se encuentra, por lo general, en espacios cerrados, también se puede llegar a contaminar con pelusa, cabellos, polvo, restos de plástico, entre otros elementos; y sumado al consumo de energía, también genera problemas de humedad, proliferación de hongos, bacterias y aromas. Por ello, es recomendable realizar limpieza o mantenimiento preventivo periódico de estos sistemas, considerando algunas recomendaciones.
Evaporador
Existen instalaciones en ambientes altamente saturados de polvo o, incluso, en áreas de suma limpieza, y es posible encontrar diferentes tipos de filtros utilizados para evitar suciedad excesiva o mantener un control estricto de las condiciones de limpieza del área.
El uso de filtros de succión implica caída de presión en el evaporador, pérdida de aire y ajustes. Existen filtros absolutos, tipo HEPA, con eficiencias hasta de 99.995 por ciento; otros de media eficiencia, como los de bolsa y de cartucho.
El técnico o mecánico encargado de realizar este procedimiento debe asegurarse de que, en caso de dañarlos durante el proceso de limpieza o inclusive al tener que reemplazarlos, se trate del mismo tipo de filtro y contenga las mismas especificaciones, ya que, en algunos casos, contribuyen con caídas de presión bastante elevadas y son de aplicaciones específicas y diseño especial.
Limpieza del evaporador
Se debe iniciar con la revisión de los filtros; se pueden encontrar dentro del equipo de acondicionamiento o fuera de él, como los del tipo pleno, rejillas de retorno, rejillas modulares, etc. Los que se hallan dentro de la unidad son los pertenecientes a unidades minisplit, piso techo y de ventana; en éstos, se tiene acceso a través del gabinete del equipo.
Al retirarlos, se sacuden para deshacerse del exceso de polvo y lavarlos con agua y jabón suave; ante la presencia de grasa, se pueden usar desengrasantes biológicos o no biológicos.
El serpentín deberá limpiarse con agua y químicos especialmente diseñados para este fin; nunca se debe aplicar ningún tipo de ácido, detergentes o demás. En caso de haber presencia de grasa, es posible aplicar un desengrasante biológico. Es importante no tallar con trapos, debido a que se puede dañar el aletado del evaporador.
Condensador
Por lo general, los condensadores se encuentran en azoteas, a nivel de piso, en estructuras de edificios o en estructuras especialmente diseñadas para soportarlos; por ello, se deben tener consideraciones pertinentes respecto de la seguridad, además de preparar un área para captar el agua y la suciedad, y contar con ventilación de posibles vapores químicos.
Para realizar la limpieza, el procedimiento más común es utilizar agua a media presión, algún solvente, como foam cleaner, y mantener el movimiento de la boquilla de asperción de arriba hacia abajo, no de lado a lado, ya que se pueden dañar las aletas.
Existen equipos más modernos que cuentan con serpentín tipo microcanal; en este caso, se usa sólo agua a alta presión y, al igual que en los del tipo convencional, no se debe de usar ácido para evitar dañar el aluminio.
En caso de que exista algún rastro de grasa, se debe de usar un desengrasante ecológico, por ejemplo shampoo para autos. En este tipo de serpentines, no hay problema o riesgo de dañar las aletas debido a su diseño, por lo que el sentido de la boquilla de aspersión está abierto a las áreas con suciedad.
Como se puede notar, es importante realizar la limpieza en estos sistemas, no sólo por el desempeño en la eficiencia del equipo, sino por la calidad de aire en el medio por acondicionar. Además, cabe resaltar que utilizar un buen producto durante el procedimiento preserva las características del elemento.
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Ingeniero Luis Millán
Es gerente de Ingeniería y Soporte Técnico de T&P Refrigeración.