Bondades de viviendas bioclimáticas

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En la situación y problemática actual de crisis energética y de creciente concientización ambiental, las viviendas bioclimáticas se han encargado de constituir la principal aportación de un diseño conveniente a un desarrollo sostenible.

Por Santiago Bonilla.

Los domicilios ecológicos cuentan con estándares internacionales que promueven la sostenibilidad.

Un recinto bioclimático es aquél que únicamente mediante su configuración arquitectónica es capaz de satisfacer las necesidades de confort de sus habitantes al utilizar los recursos naturales y evitar el consumo de energías convencionales. Una casa bioclimática permite a sus ocupantes mantenerse frescos durante el verano y resguardar el calor en invierno, aunque la temperatura exterior sea muy baja. Para el funcionamiento bioclimático de una casa, es necesario generar un sistema de calentamiento y otro de atemperamiento de aire y ventilación. En cada caso, para los sistemas es conveniente desarrollar estrategias dirigidas a la obtención, la acumulación y la transmisión del calor y del frío. Existen numerosas técnicas que varían en función del tipo de vivienda, ya sea aislada, adosada o en bloque, el clima del lugar, el diseño arquitectónico, el presupuesto, entre otros.

Los aspectos por tomar en cuenta para la construcción de las viviendas bioclimáticas son varios; por ejemplo, la ubicación para conseguir el máximo aprovechamiento de la radiación solar y crear corrientes naturales de aire; la apropiada distribución de las estancias, la estructura de la casa, es decir patios o huecos interiores con el fin de facilitar la transmisión del frío o el calor que se genere en el lugar, y su ventilación; la elección de los muros que lograrán la acumulación tanto del frío como del calor generados. Una correcta orientación de la fachada permite un óptimo aprovechamiento de la luz solar, al tiempo que, en alimón con la instalación de ‘volados’ sobre las ventanas, permite atenuar la incidencia de los rayos solares en verano.

Por otro lado, el diseño de la distribución interior, así como la instalación adecuada de aperturas de ventilación, permite la circulación de aire fresco mediante ventilación cruzada. Este tipo de ventilación natural aprovecha el diferencial de temperatura y de presión entre la zona soleada de la casa y la de sombra para impulsar una corriente constante de aire fresco por el interior.

Las principales ventajas de los recintos bioclimáticos son el ahorro energético, que ronda entre 60 y 90 por ciento, en contraste con una vivienda convencional; el aumento de confort, pues poseen una temperatura más constante y repartida por todo el lugar, y evitan los cambios bruscos que provocan, por ejemplo, los sistemas convencionales de aire acondicionado; mayor iluminación natural al estar diseñada para el máximo aprovechamiento de la radiación solar.

Los domicilios ecológicos cuentan con estándares internacionales que promueven la sostenibilidad, mediante la generación de numerosos beneficios para los usuarios finales: ahorros en recursos elementales, como agua, electricidad y combustibles para calefacción; inversiones de rentabilidad contra construcciones tradicionales, un desarrollo socioeconómico local, un bajo impacto medioambiental, un entorno saludable y costos considerablemente reducidos de manutención.

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Los domicilios ecológicos cuentan con estándares internacionales que promueven la sostenibilidad.

Al hacer uso de, y aprovechar al máximo, los principios de la disposición bioclimática, con el objetivo de reducir lo más posible el consumo de energía para la climatización de la estancia, se genera una serie de prácticas en las que se aprovechan los recursos naturales de cada lugar y se toman en cuenta sus características climáticas: la orientación de la casa, el correcto diseño de aperturas y ventanas, la división y el diseño de espacios interiores para facilitar el uso de la luz natural, el aprovechamiento de las corrientes de aire naturales para la ventilación. Asimismo, la vegetación puede ser utilizada para generar microclimas en los espacios exteriores; por ejemplo en fachadas, jardines, patios, y regular de esta manera la temperatura y humedad.

Para retomar el concepto de la correcta elección de muros, se mencionarán las bondades aislantes de las plaquetas de hormigón que, por lo general, se utilizan en este tipo de construcciones. Sus características lo convierten en un material ideal para este tipo de edificaciones, ya que su uso garantiza un perfecto aislamiento térmico, tanto en invierno como en verano. Además de su bajo nivel de transmisión, que es la cantidad de energía que atraviesa, en una unidad de tiempo (horas, minutos), una unidad de superficie de un elemento constructivo plano de caras paralelas, cuando entre dichas caras existe un gradiente térmico. Le confiere un aprovechamiento óptimo del diferencial de temperatura entre las zonas de sol y de sombra.

Asimismo, es posible conseguir y mantener beneficios para la salud de los ocupantes, pues se cuenta con la presencia del sol como fuente de vitalidad y bienestar. En este tipo de emplazamientos se crea una ventilación natural que no seca el ambiente y evita el aire viciado que los sistemas de aire acondicionado mal instalados pueden ocasionar, con lo que se reducen las alergias y malestares respiratorios en general. Se aprovecha también de un menor impacto medioambiental, pues a través del ahorro energético y la potenciación de un desarrollo sostenible se asegura el abastecimiento energético de las generaciones futuras y un entorno menos contaminado y dañino.

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