El mal olor producido por los sistemas de aire acondicionado cuando se encienden no se debe sólo a factores externos, también puede ser consecuencia de una mala instalación o por la presencia de algún problema en ellos, como tener los filtros sucios
Victoria Zárate
Los malos olores son los problemas más comunes en cualquier industria, los cuales son causados por factores internos o externos y pueden ser de varios tipos: de alta o baja intensidad, de aparición temporal y de larga duración.
Entre los factores internos más comunes que ocasionan malos olores podemos encontrar: tuberías de agua, sifones y filtros en mal estado o defectuosos; por otro lado, las partículas de polvo que entran a estos equipos también pueden bloquear el camino del aire, causando un bajo enfriamiento; mientras que el ambiente húmedo o los olores extraños aspirados por el equipo pueden influir.
Como ya se mencionó, una de las principales causas de los malos olores son los filtros sucios; aunque, por lo general, se suele dejar de lado un mantenimiento con el cual se limpie a fondo cada parte del sistema. Olvidar este proceso de mantenimiento provoca que las partículas existentes en el aire que pasan por los filtros se vayan depositando hasta producir bacterias, causando malos olores; el problema es que no sólo se quedan en los filtros, sino que llegan al intercambiador, a la bandeja de desagüe o al ventilador.
Por ejemplo, cuando los equipos de aire acondicionado funcionan en modo frío, pasan aire caliente y húmedo a través de los serpentines ya fríos. La humedad que contiene el aire se encuentra en estado gaseoso, pero al enfriarse se condensa y hace que se moje todo el serpentín del equipo y, para que el agua no sea un problema, ésta se junta en una bandeja y se envía por una manguera a algún desagüe o, en algunos casos, al exterior del equipo directamente. Como es un ambiente húmedo, es muy fácil el crecimiento de hongos y bacterias, que son los que provocan un mal olor.
Otra de las causas, pero en menor proporción, es una mala instalación de los equipos de aire acondicionado, ya que el especialista que la realiza debe considerar cada parte del aire acondicionado.
Cabe mencionar que también “buenos” olores pueden producir malos olores; es decir, si se quiere quitar el mal olor con un aromatizante, lo único que se provocaría es que, debido a los químicos de éste, el equipo absorba las partículas y se combine con las bacterias ya existentes, provocando olores más fuertes.
Para evitar cualquier problema con estos equipos y, específicamente, evitar malos olores que con el paso del tiempo sean difíciles de solucionar, es recomendable que lleves a cabo un procedimiento de mantenimiento periódico, por ejemplo, rociando limpiadores, drenando las tuberías y reemplazando o lavando los filtros.