Comunidad Empresarial

5617

Uno de los factores importantes dentro de una empresa es que exista una estructura sólida que ayude a resolver cualquier problema, que facilite la evolución de la organización y que aumente el potencial de quienes laboran en ella

La comunicación interna es un tema que últimamente ha sido retomado por las empresas; sin embargo, se debe recalcar que es un área de estudio que tiene una presencia de más de dos décadas en el mercado

Redacción

Las empresas pueden gastar miles de pesos en innovación o enfrentar problemas de producción; también es posible que la repercusión de la crisis económica mundial retrase su crecimiento. Pueden tener problemas con proveedores y clientes, pero esto sólo se resuelve teniendo una cultura empresarial sostenida.

De acuerdo con el Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial (Red Centro-CRECE), 75 % de las nuevas empresas mexicanas debe cerrar sus operaciones apenas después de dos años en el mercado. Al cumplir 10 años, solamente 10 % de las empresas maduran, tienen éxito y crecen.

También este centro afirma que 60 % de los problemas empresariales son consecuencia de una mala comunicación. A pesar de que ésta es una cifra difícil de comprobar, es rescatable la importancia y la repercusión que tiene la comunicación organizacional y su estructura interna.

El fundador y team leader de Asgar, empresa de innovación corporativa en América Latina, socio estratégico de las compañías más importantes de México y especialista en desarrollo empresarial, Luis González Aspuru, cuenta que, desde hace más de 20 años, Harold Koonts y Heinz Weihreich lo abordaron argumentando que la función de la comunicación es proveer el medio por el cual se unifica la actividad organizacional y que es esencial para el funcionamiento interno de la empresa, ya que integra todas las funciones gerenciales.

Por lo tanto, quien sea responsable de una organización debe estar altamente capacitado en el ámbito de la comunicación, puesto que dicha persona deberá comprometerse con su empresa para logar un flujo comunicativo eficiente: el líder es quien debe predicar con el ejemplo y, a la vez, ser vigía de sus colaboradores.

En tiempos actuales se ha utilizado la expresión coloquial “Like a boss” (como un jefe) para referirse a dos connotaciones: por un parte, para expresar que una actividad fue hecha a la manera de un verdadero líder, es decir, con estilo o propiedad, con rectitud y con cuidado del equipo, con motivación y no, con opresión; por otra parte, para designar a una persona que tiene demasiada confianza en sí misma y a la que le importan poco los problemas de los demás.

Algunos tipos de jefes que no aportan al crecimiento empresarial
Libertino. El jefe que todos “conocen” y, a la vez, no. No sabe diferenciar entre libertad y apoyo; se aísla de sus colaboradores y después se escuda con el argumento de la “libertad de desarrollo”. Está ausente en los problemas
El que promete. Su autoridad se respalda en promesas: “habrá aumento de sueldo”, “el viernes salimos temprano”, “te cambiaré de área”, pero, después de mucha espera, ninguna de éstas se cumple
El camaleónico. La comunicación y acercamiento con su equipo se ve obstruido por su constante cambio, tanto de actitud (no se sabe si está enojado o tranquilo para plantear problemáticas), como de decisiones (incertidumbre con respecto a cambios estructurales)
Flash. Todo el tiempo se encuentra presionado; incluso entablar una conversación con él implica no quitarle más de 10 minutos. Con los conflictos y el trabajo es del mismo modo: todo lo quiere rápido y resuelto, si es posible, el mismo día
El Metiche. Tiene una mala percepción de lo que es comunicación y convivencia con sus trabajadores, pues desea conocer e indaga sobre su vida privada, gustos y hábitos. Tener una buena comunicación con los empleados no significa saber sus secretos

Un verdadero líder empresarial es aquel miembro que logra captar la voluntad de sus empleados para que se comprometan plenamente con la compañía y para que tengan siempre presente la misión, visión y valores de ésta; asimismo, consigue que sean capaces de aceptar las decisiones directivas que él toma, sus consejos y sus sugerencias, porque reconocen en él la capacidad de mando y su competencia organizativa y de dirección.

El líder empresarial consigue que las voluntades individuales se subordinen al interés de la empresa sin descuidar a su equipo de trabajo. Siempre piensa en aquellos que dirige como sus colaboradores de trabajo, para que laboren con empeño y con la plena seguridad de que el éxito de la compañía, que es su fuente de trabajo, es también el de ellos. Este líder es quien desde la cima del organigrama, con su ejemplo y dedicación, se convierte en el guía y en el alma de la empresa.

Algunas características que debe tener un líder:

Carismático                 Resolutivo

Organizativo                Disciplinado

Visionario                    Creativo

Comunicador              Negociador

Entusiasta                   Honesto

No cabe duda de que gestionar el capital humano es de las tareas más pesadas y conflictivas dentro de una organización. La naturaleza humana y la identidad de las personas son difìciles de coordinar y de modificar. Para lograrlo, es importante tener claro que una empresa no es responsable de educar ni debe imponer sus valores a quienes se unan a ella. Al contrario, su labor consiste en comprender a cada persona para que respete la dinámica de convivencia y se integre a la mecánica de trabajo. Es un proceso largo que fracasará de no tener a la persona adecuada al frente.