Esta solución genera una barrera de aire invisible en accesos y ventanas que evita la pérdida de temperatura, y la entrada de insectos o roedores a un inmueble, sin entorpecer el paso de vehículos o personas
Fotografía superior. Las cortinas de aire generan una barrera de aire invisible que evita las pérdidas de temperatura o el ingreso de aire
Jesús Martínez González / Imágenes: cortesía de INNES AIRE
La inversión en una cortina de aire se amortiza rápidamente, ya que se trata de una solución que evita el desperdicio de energía. Asimismo, aporta confort en el interior del local, donde los ocupantes, ya sean trabajadores o visitantes, pueden permanecer sin alteraciones de temperatura. Por un lado, los visitantes que entran al local no encuentran ninguna barrera física y sienten el confort de la temperatura interior; por otro, los trabajadores no experimentan corrientes de aire ni la pérdida de confort, pese a que tengan las puertas abiertas.
Lo anterior obedece a que las cortinas reducen las corrientes de aire, lo que impide la entrada de ráfagas calurosas durante el verano, y evitan que se escape el aire caliente (de calefacción) hacia el exterior durante el invierno.
Otro uso práctico de este dispositivo es que evita la entrada de moscas u otros insectos voladores al edificio, así como de pequeños roedores. Lo anterior se explica de manera sencilla: el chorro de aire sobre la piel les resulta desagradable, así logra que las plagas se mantengan fuera del edificio.
En resumen, suministra un flujo de aire a alta velocidad a través del difusor de descarga que genera una barrera, la cual tiene la capacidad de impedir la entrada de ciertos organismos o sustancias que pudieran resultar nocivos para las personas o el inmueble.
Tipos de cortinas de aire
Cuando un técnico instala una cortina de aire debe asegurarse de que sea de alto rendimiento y tenga un bajo nivel sonoro. Una más de sus ventajas es su fácil instalación, por lo que puede colocarse desde pequeños huecos de ventanas hasta grandes puertas de tres metros de altura.
A pesar de su versatilidad, su ubicación dependerá del orificio y el tipo de entrada, aunque otros factores, como la cantidad de tránsito del hueco, la clase de local y la carga de viento que deberá soportar, son también relevantes en esta decisión.
Existen tres tipos de cortinas de aire:
- Con mando o automáticas. En ambos casos suelen llevar mando a distancia, lo que permite manipular el tipo de aire (caliente o a temperatura ambiente), la velocidad y el caudal de aire adaptado al confort de los usuarios, sin necesidad de entorpecer su paso. También es posible ponerlas en marcha con la activación de las puertas automáticas o mediante reguladores termostáticos.
- Vista o empotrada. Estéticamente, a nivel de instalación, pueden ser tipo vista o empotrada.
- Con o sin calor. Una cortina puede ser de calor eléctrico o sin calor. En función de la aplicación serán más adecuadas las unidades que aportan temperatura, por ejemplo, en oficinas, muelles de carga, en almacenes, recepción de mercancías o cambio de estancias en una fábrica. O bien, las que sólo aportan aire sin calor para sellar espacios refrigerados.
Instalación
Para conseguir una instalación eficiente y saber cuál es el momento más oportuno para la planificación de una obra, el técnico deberá considerar:
- Abarcar todo el ancho de la abertura
- Generar un caudal suficiente para cubrir el espacio desde la cortina hasta el suelo
- Contar con una salida de aire sin obstáculos
- Prever un fácil acceso para el mantenimiento de la cortina
Cabe recordar que estas condiciones básicas son aplicables para recintos comerciales y para instalaciones industriales. Si el uso de la cortina de aire es para evitar la entrada de insectos voladores o roedores, la instalación debe cubrir completamente el ancho de la puerta e, incluso, sobrepasarla un poco para que no queden huecos libres de paso.
Asimismo, es posible colocarlas tanto en la parte interior como exterior de la puerta, pero si del edificio salen olores atractivos para los insectos, convendrá instalar la cortina en la parte exterior. Además, deberá tener un difusor de descarga que permita orientar el aire con un ángulo regulable hacia el exterior, respecto a la vertical, mientras que el flujo de aire deberá tener una velocidad mínima de 8 m/s a un 1 metro del suelo.
Aplicaciones
Las aplicaciones de las cortinas para el sector industrial o terciario son múltiples:
- Terciario
- Entradas de pequeños comercios
- Restaurantes con cocinas de concepto abierto
- Oficinas
- Industrial
- Espacios refrigerados
- Invernaderos
- Muelles de carga y recepción de mercancías
- Cambio de espacios comunicados en fábricas
- Almacenes
- Cámaras de secado
- Entradas a vestíbulos
- Industrial pequeño
- Talleres
- Cubos de trabajo
Las cortinas de aire representan una solución para el sector industrial y comercial, brindan soluciones tanto energéticas como de higiene, así como de confort, para mejorar el desempeño de los inmuebles.
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Jesús Martínez González
Ingeniero mecánico por la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica, Unidad Culhuacán, IPN. Cursó el diplomado de Cálculo y Diseño en Sistemas de Aire Acondicionado, impartido por AMERIC, además de varias capacitaciones en ventilación y un curso sobre sistemas contra incendio. Actualmente es gerente de la División de Ventilación en INNES AIRE, donde ha laborado desde hace 9 años en diferentes puestos.