Hasta hace poco, los gases refrigerantes eran liberados al ambiente, sin tener conciencia del mal que causan a la capa de ozono. Los centros de reciclado y disposición final de gases refrigerantes son una opción para disipar los daños.
Ana Eng.
Tras años de desempeñarse como mecánicos en aire acondicionado y refrigeración, los hermanos Lozano de Icaza, gracias a la solicitud de un cliente, tuvieron que investigar cómo se realizaba el cambio de gas refrigerante R22 por uno ecológico. La encomienda los llevó a la Unidad de Protección a la Capa de Ozono de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sección que tiene a su cargo la creación de centros de reciclado y recuperación de gas refrigerante (CRR), que otorgó a los hermanos las herramientas necesarias para dar un giro al negocio familiar y establecer su propio centro en Celaya, Guanajuato.
Un CRR pequeño puede recuperar 10 mil toneladas de refrigerante en un año.
Cero Grados (CG): ¿Qué es un centro de reciclado y disposición final de gases refrigerantes?
Álvaro Lozano (AL): En México se crearon 14 centros para el manejo responsable de los gases refrigerantes, donde se pudieran analizar los gases para, con base en ese estudio, saber cuáles son factibles de reciclar y regresarlos al mercado, o bien mandarlos a destrucción.
CG: ¿Cuál es la función del centro de reciclado?
AL: En el caso de Ecofrigo, además de operar como centro de reciclado, funciona como centro de acopio de residuos peligrosos con especialización en gases refrigerantes. La función radica en acumular grandes cantidades de gas en el centro para, en un futuro, poder reciclarlos o destruir los que no sean aptos para el reciclaje o que estén fuera de uso, como el R12.
CG: ¿Cómo decidieron incursionar en este negocio?
AL: Toda la vida nos hemos dedicado al aire acondicionado; nuestro padre tenía una empresa de aire acondicionado. Un día, un cliente nos habló para pedirnos un cambio de gas refrigerante, un R22 por uno ecológico, y la verdad es que no teníamos idea. Nos metimos a internet y vimos la sustitución; hicimos el cambio, ya teníamos el gas recuperado y no sabíamos qué hacer con él. Entonces, acudimos a la Semarnat y nos dijeron que en ese momento estaban creando los centros de reciclado y recuperación de gas refrigerante. En ese momento nos invitaron para poner un centro en Acapulco, un proyecto que no fue posible concretar, y después nos lo dieron para Celaya.
CG: ¿Qué servicios se encuentran en la cartera de Ecofrigo?
AL: Ofrecemos siete tipos de servicio, los cuales se ajustan a las necesidades de cada cliente:
Recuperación de refrigerante. Con equipo especializado, se extrae el gas refrigerante junto con el aceite. La recuperación de este elemento es muy importante, pues alrededor del 30 por ciento del gas se queda impregnado en los aceites. El gas refrigerante se recupera con una boya y el aceite se manda a un tanque receptor.
Recuperación de gas refrigerante en sitios. Hay equipos muy grandes, como chillers o unidades tipo paquete de 10 o 20 toneladas, que necesitan un cambio de gas refrigerante dañino para el medioambiente; en estos casos se hace la recuperación en sitio.
Una recuperación menor de 90 por ciento es mala, por eso se debe hacer minuciosamente, con equipo especializado y con personas responsables que busquen dañar lo menos posible el medioambiente.
Recepción de refrigerante contaminado para disposición final. Los profesionales en refrigeración y aire acondicionado traen el gas que recuperaron para disposición final o reciclado.
Recepción de boyas desechables de refrigerante para disposición final. Cuando se lleva a cabo una carga de gas en un equipo de refrigeración o aire acondicionado, es común que, por la presión, quede un gran porcentaje de refrigerante en las boyas. Si esas boyas se desechan como chatarra, es probable que se abran y el gas se libere. Entonces, esos gases, además de dañar la capa de ozono, también tienen un potencial ácido muy alto.
Recepción de compresores para disposición final. Los compresores trabajan con aceite y refrigerante, sustancias que se quedan impregnadas. En ocasiones, aunque el sistema se haya roto y ya no exista presión en él, el aceite sigue contaminado con gas. Entonces hay que recuperar todo el aceite y limpiar el sistema para que no tenga residuos peligrosos.
Reciclado de refrigerantes. Para que este proceso sea posible, se debe realizar una limpia de impurezas, como acidez, humedad o aceite quemado.
Renta y venta de equipo para recuperación y reciclado. Se tienen a disposición todos los equipos necesarios para el trabajo con gases refrigerantes.
CG: ¿Cuál es el destino final de cada uno de los servicios que se ofrecen?
AL: Si el destino final es la destrucción, las sustancias se mandan a Estados Unidos y se desintegran mediante el método arco de plasma. Es un sistema donde se contabiliza y descompone el gas refrigerante en gases inertes, de modo que no dañan el medioambiente.
CG: ¿Cuál es el procedimiento hasta que el gas llega al centro?
AL: Hay dos formas de traslado: en caso de ser un microgenerador se permite llevar hasta 200 kilos anuales de residuos peligrosos al centro de acopio. Se puede transportar en auto, así que se recupera el gas y se limpia el sistema.
Si es una recuperación mayor a 200 kilos, el traslado tiene que ser por medio de un transporte de sustancias peligrosas. Una vez almacenados, los residuos se llevan al centro y ahí se hace una recepción del gas, se transvasa y se hace manifiesto con lo que se recuperó. Se analiza si 98 por ciento de ese gas es viable para reciclaje, se manda a un tanque para reciclado y, si tiene menos de 98 por ciento o está contaminado, se manda a destrucción.
CG: ¿Cuál fue el procedimiento para obtener el registro de Semarnat?
AL: La Secretaría hizo un estudio de las empresas que eran candidatas para tener estos centros, nos invitaron y valoraron nuestro trabajo. Una vez concretado el primer paso, nos pidieron nuestro registro ambiental como generadores y se hizo entrega de gran parte del equipo.
Nos dieron una recobradora, los recuperadores, los tanques de recuperación grandes y pequeños, las básculas, los equipos de análisis de gas, la transvasadora, las bombas de vacío; en fin, todo el equipo que se requiere. Además, se debe de contar con permisos de exportación: el de centro de acopio de residuos peligroso, el de manejo de residuos peligrosos y reciclado.
CG: ¿Cómo manejan el centro?
AL: Para nosotros es muy importante llevar un orden y no sólo maniobrar. Fue por eso que decidimos tener una recepción donde se toman datos de las sustancias recibidas para, después, realizar gráficas y análisis de datos. En general hay recepción, transvasado, máquina recobradora de gas refrigerante (que es la encargada de reciclar); ahí se analiza el porcentaje de gas refrigerante y se decide si es viable para reciclar o destruir.
CG: ¿Qué costo tiene realizar la recuperación?
AL: Depende de las necesidades del cliente y del servicio que requiera pero, para disposición final, 450 pesos cada kilogramo es el costo de recuperación y manejo de las sustancias. Son trabajos en los que muchas veces creemos que no vale la pena invertir, pero si se le explica al cliente o al usuario final lo que va a hacer en términos de conservación del planeta, seguro va a pagar esa pequeña diferencia. Lo mismo pasa con el tiempo invertido: más vale esperar el tiempo necesario, pero que se recupere la mayor cantidad de gas, que seguir dañando la capa de ozono.
CG: ¿Cuál es el objetivo al realizar esta actividad?
AL: Nuestro principal objetivo, desde que iniciamos, es recuperar la mayor cantidad de gases para evitar el daño a la capa de ozono. En la Cumbre Mundial del Cambio Climático 2010 presentamos cifras de 10 mil toneladas de gas refrigerante recuperadas, lo cual equivale al índice de .05 propuesto en las metas de reducción del efecto invernadero para 2014. Si esto es lo que hace una empresa pequeña, como Ecofrigo, imagina todo lo que aportarían los involucrados en la cadena productiva.
CG: ¿Qué recomendación le daría a los técnicos?
AL: Revisar el equipo y cuánto gas tiene, saber la capacidad de la boya disponible, que la boya de recuperación no sea de desecho, que tenga placa y que la caducidad esté vigente. Dependiendo del gas, si baja en forma de líquido o en su forma original; se debe usar una buena recuperadora y calentar las áreas necesarias para obtener la mayor cantidad de gases; dejar encendido el evaporador para que haya cambio en los gases es una forma de obtener una mejor recuperación. Se debe recuperar el aceite y envasarlo; hacer el vacío de manera adecuada.
Una vez recuperado el gas, hay que mandarlo a un centro que esté autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. También, se deben ocupar herramientas específicas para el proceso: manómetros, recuperadoras, tanques de refrigeración, báscula, pinzas y bomba de vacío.