Son diversos los métodos y aparatos que existen para localizar fugas de refrigerantes. Con el uso de un sistema más completo, la localización aumentaría de manera significativa.
Sinaí Romo.
Los dispositivos electrónicos se han convetido en los mejores aliados para la localización de fugas.
Las fugas de gas refrigerante en cualquier sistema pueden ser drásticas si no se encuentran y reparan a tiempo, debido a que el sistema no trabajará de manera eficiente, habrá mayor gasto de energía y provocará daños al medioambiente por la emisión de gases dañinos a la atmósfera. Evitar este tipo de accidentes requiere revisar que no exista ningún tipo de fuga en los equipos.
Para lograr el objetivo, actualmente existen distintos tipos de detectores, desde los tradicionales, hasta los equipos más sofisticados y exactos en su labor. Actualmente, los de tipo electrónico se comercializan en mayor medida, porque ofrecen una amplia efectividad y son de fácil manejo.
Si bien existen varios modelos electrónicos, el Ref Locator es un equipo completo y eficiente en su labor. Su diseño permite al usuario detectar las fugas mediante la vía electrónica y UV. Ofrece distintos niveles de sensibilidad que envían una alerta a través de un indicador led, esto permite localizar con precisión hasta las fugas mínimas. La luz ultrabrillante se integra al extremo de la sonda permitiendo el fácil acceso a lugares difíciles. Incorporando ambas tecnologías (electrónica y UV) en una única unidad asegura localizar las fugas más difíciles.
Fase de calentamiento
El detector de fugas activa automáticamente el calentamiento del sensor. Durante la fase de calentamiento, que suele durar 30 segundos, el número de segmentos de diagrama circular incrementa progresivamente, escuchándose un pitido lento. Cuando el detector no se ha utilizado por mucho tiempo o está en el modo de máxima sensibilidad, es posible que el calentamiento tarde más.
Para detectar fugas muy pequeñas (menos de 4 g / año) es necesario esperar entre 20 y 30 segundos posterior a la fase de calentamiento, de esta manera se puede conseguir un nivel máximo de sensibilidad.
Indicación de fuga
La función se activará de inmediato al detectar la presencia de algún gas. Según la concentración de refrigerantes, el número de segmentos del diagrama puede aumentar un máximo de 10 segmentos. Independientemente del nivel de sensibilidad que se haya seleccionado, el detector está hecho para la detección de todos los refrigerantes CFC, HCFC y HFO.
Igualmente, de la concentración de refrigerantes depende que el número de segmentos aumente o disminuya, y el color cambia de verde a amarillo y de amarrillo a rojo. Cuando se detecta una fuga, el número de segmentos que se muestran en la pantalla indica el tamaño aproximado de ella.
Si el detector se usa con una frecuencia normal, los leds pueden durar varios años, pero si por algún motivo se requiere cambiarlos, es necesario seguir el procedimiento:
Primero se debe desenroscar la arandela frontal y pasar con cuidado el reflector parabólico por la sonda flexible; posteriormente, se pueden retirar los leds para sustituirlos por unos nuevos. Se debe asegurar que su polaridad sea la correcta.
Características
- Sensibilidad: 5 ppm H2 (gas trazador)
- Luz de inspección: seis leds blancos, con apagado automático a los cinco minutos de no usarse
- Duración del sensor: 100 horas (cambiando adecuadamente los filtros)
- Tiempo de reacción: inmediata
- Niveles de sensibilidad: tres niveles. Mínimo 15 g por año; medio entre 3 y 15 g por año; máximo 15 g por año
- Protección contra agua: carcasa protegida con material aislante, goma de espuma y juntas tóricas
- Certificaciones: de conformidad con los estándares y las normas EN35422
- Peso: 590 gramos
- Longitud de la sonda: 42 cm
- Longitud de la carcasa: 25 cm
- Garantía: dos años
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