Un instrumento poco usado y conocido por los técnicos, pero de gran ayuda para medir caudales de líquidos o gases. Su uso resulta un gran aporte para realizar un trabajo más preciso.
Sinaí Romo.
Esta herramienta se utiliza, principalmente, para controlar el rendimiento de bombas y válvulas, para la medición de capilares en equipos de refrigeración, para calcular el consumo de combustible en calderas, dosificar aditivos y muchas aplicaciones más.
Los rotámetros, también conocidos como flujómetros, son instrumentos utilizados para medir caudales de líquidos y gases que trabajan con un salto de presión constante.
Se funcionamiento se basa en la medición del desplazamiento vertical de un elemento sensible, cuya posición de equilibrio depende del caudal circulante que conduce simultáneamente a un cambio en el área del orificio de pasaje del fluido. De esta manera, la diferencia de presiones que actúan sobre el elemento móvil permanece prácticamente constante.
La fuerza de gravedad
La fuerza que equilibra a un rotámetro la constituye la fuerza de gravedad que actúa sobre el elemento sensible, construido, por lo general, de forma cilíndrica con un disco en su extremo. El tubo contiene varios orificios laterales por donde circula fluido que induce una rotación alrededor de su eje.
Forma
Los rotámetros están hechos, en su mayoría, de un tubo de vidrio con un extremo angosto hacia abajo. En el interior del tubo se encuentra un flotador. Bajo la acción de la corriente de líquido o gas, dicho flotador se desplaza verticalmente para indicar sobre una escala graduada el caudal circulante.
La corriente fluida que se dirige de abajo hacia arriba a través del tubo cónico provoca la elevación del flotador hasta una altura en la que el área anular (entre las paredes del tubo y el cuerpo del flotador) adquiere una dimensión donde el flotador se equilibra y mantiene estable a una altura que corresponde a un determinado valor de caudal circulante.
El rotámetro se compone de un flotador que cambia su posición dentro de un tubo según la magnitud del flujo |
Características
Los tubos empleados pueden ser de vidrio o metálicos. Están equipados de tal forma que pueden intercambiarse los distintos tubos y flotadores, según lo requieran los caudales, sin necesidad de calibrar individualmente cada rotámetro.
Los rotámetros de metal se ocupan para medir presiones altas, mientras que las presiones bajas se miden con los flujómetros de vidrio.
Los tubos metálicos son cónicos lisos y precisan de extensión por no tener lectura directa. Los de vidrio pueden tener nervios interiores para guiar el flotador. Aunque normalmente son lisos.
Todos los tubos tienen una conicidad que se expresa como la relación entre el diámetro interno del tubo en la escala máxima y el diámetro de la cabeza del flotador que normalmente es de 1.2 a 1.35; asimismo, cuentan con una escala lineal graduada sobre la cual la posición del flotador indica el gasto o el caudal.
Respecto de los flotadores, estos pueden tener varios perfiles de construcción, y dependiendo de la forma que tengan será el campo de medida y la influencia de la viscosidad del fluido.
Mantenimiento
- Se debe limpiar de manera frecuente, aunque no exista suciedad visible
- Quitar los tapones
- Lavar con detergente líquido y una brocha suave
- Enjuagar con agua limpia
- Secar sin dejar residuos de humedad
- Reinstalar el flotador y colocar los tapones
- Lubricar el empaque
- Probar el medidor y calibrarlo
Fundamento: El funcionamiento de un rotámetro se basa en que el desplazamiento del émbolo es proporcional al empuje realizado, según el principio de Arquímedes (todo cuerpo sumergido en un líquido experimenta un empuje vertical y hacia arriba al peso del líquido desalojado, y la altura desplazada será equivalente a un flujo determinado).
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Fuente: Emerson Climate Technologies