Consideraciones importantes al trabajar con gases refrigerantes fluorocarbonados.
Gildardo Yáñez.
Antes de utilizar o trabajar con cualquier gas refrigerante, el técnico deberá estar familiarizado con los procedimientos de seguridad relativos a cada uno en especial. Esto cobra importancia cuando llega el momento de cambiar refrigerantes. Es imprescindible que la hoja de seguridad de cada gas sea consultada; todos los fabricantes las ponen a disposición de los técnicos en diversas páginas de internet, como pueden ser www.quimobasicos.com.mx; www.suva.com.mx; www.forane.com.
Debido a la poca toxicidad de los refrigerantes fluorocarbonados, los riesgos a la salud son bajos. Los vapores son generalmente mucho más pesados que el aire, por lo que no se debe de trabajar en áreas cerradas, ya que si se tiene un derrame o una fuga grande de gas, inhibirá la presencia de oxígeno. Por lo tanto, hay que tomar en cuenta estos posibles malestares y sus soluciones.
Inhalar una gran cantidad de vapores es peligroso y puede ser mortal. Exponerse a niveles elevados de fluorocarbonados, por arriba de los permitidos, puede ocasionar síntomas de asfixia, psicomotrices, aumento del pulso cardiaco, sensibilización cardiaca, respiración más profunda o pérdida del conocimiento. Si se presentan algunos de estos síntomas se debe salir al aire fresco de inmediato.
El contacto del refrigerante líquido sobre la piel puede causar quemaduras por congelación, la cual se manifiesta por palidez o enrojecimiento, pérdida de sensibilidad o hinchazón. Se debe lavar la parte afectada con agua abundante durante 15 minutos. Este mismo procedimiento deberá realizarse en caso de contacto con los ojos.
Otros riesgos
La mayoría de los compuestos halogenados se descomponen a altas temperaturas. Los químicos que se presentan bajo estas condiciones son ácidos halogenados y, posiblemente, halogenuros de carbonilo; también se libera ácido fluorhídrico. Si el compuesto contiene cloro, se liberará ácido clorhídrico.
Por fortuna, los ácidos halogenados pueden detectarse, ya que ocasionan picazón en la nariz, lo que permite la detección de bajas concentraciones del compuesto cuando aún no ha alcanzado un nivel tóxico. Estos ácidos sirven como aviso de que una descomposición del gas ha ocurrido. Si esto ocurre y se localiza la fuente tóxica, el área debe ser evacuada y ventilada de inmediato y hasta que se eliminen los productos de la descomposición (acidez en el sistema, quemadura de un compresor hermético o semihermético).
Precauciones
• Leer la hoja de seguridad del gas que se va a utilizar
• Trabajar en un área ventilada
• No exponer los gases refrigerantes al calor de los sopletes, chispas u otras fuentes de calor
• Al realizar una prueba de fugas en un sistema de refrigeración, utilizar nitrógeno gaseoso para subir la presión del sistema, después de haber recuperado el refrigerante
• Utilizar siempre un regulador de nitrógeno para elevar la presión de un sistema a un nivel seguro. La presión de prueba no deberá ser mayor a la presión de trabajo máxima, del lado de baja presión, para buscar fugas
• Nunca utilizar oxígeno o aire comprimido para presurizar sistemas. Algunos refrigerantes pueden explotar en un ambiente presurizado combinado con aire
ASHRAE ESTÁNDAR 34
La American Society of Heating, Refrigerating, and Air Conditioning Engineers (AHSRAE) ha elaborado una tabla de seguridad para los gases refrigerantes basada en la toxicidad y la inflamabilidad de cada uno. La clasificación de la toxicidad de los gases está basada en los índices TLV y TWA.
Threshold limit value (TLV). Es la concentración máxima permisible, expresada en la exposición al gas en el orden de 8 a 12 horas por día, cinco días a la semana, durante 40 años.
Time-weighted average (TWA). Es la concentración ponderada en el tiempo, expresada en horas por día. Los gases refrigerantes se clasifican en dos clases de acuerdo con el tiempo máximo permisible en el que una persona puede estar expuesta a ellos.
La intención de este estándar es referirse a los refrigerantes a través de un método simple, por medio de números y letras en vez de utilizar el nombre químico del gas, su fórmula o marca.
Respecto de los dígitos numéricos, el estándar dice:
• Primer dígito, de derecha a izquierda = número de átomos de flúor en el compuesto
• Siguiente dígito hacia la izquierda = número de átomos de hidrógeno más 1
• Tercer dígito hacia la izquierda = número de átomos de carbono menos 1 (no se usa cuando es igual a cero)
• Cuarto dígito hacia la izquierda = número de enlaces dobles
Ejemplo: R-22 (CHCIF2)
• Número de átomos de flúor= 2
• Número de átomos de hidrógeno= 2
• Número de átomos de carbono= 0
• Puesto que el carbón tiene cuatro ligas y el total de F y H es igual a 3, existe un átomo de Cl.
Clase A: TLV/TWA 400 ppm o mayor
Clase B: TLV/TWA 399 ppm o menor
Clasificación de la inflamabilidad:
Clase 1: no propaga la flama
Clase 2: baja propagación de flama
Clase 3: alta propagación de flama
Los refrigerantes se pueden clasificar según la tabla anterior. Como se ve, un gas refrigerante A1 se refiere a uno de los gases más seguros con los que se puede trabajar, mientras que el B3 es el más peligroso. Los refrigerantes recomendados para las sustituciones, por lo general, se clasifican como A1.
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