Las válvulas de control y balanceo independientes a la presión (PICV, por sus siglas en inglés) son la combinación perfecta entre una válvula actuada de control de temperatura y una válvula reguladora de flujo, empaquetada en una sola válvula.
La PICV consta de dos partes: la primera parte es una válvula de bola / esfera caracterizada y la segunda parte es un cartucho de control de presión. La válvula caracterizada se comporta como una válvula actuada de control de temperatura y el cartucho provee a la válvula un control de flujo automático para mantener un flujo constante de agua fría o caliente, sin importar las fluctuaciones de la presión en el sistema.
Las PICV se utilizan en un sinfín de aplicaciones de HVAC y de sistemas de agua de circuito cerrado. Los sistemas que tienen instalados estos tipos de válvulas no requieren ser balanceados o reajustar el balanceo durante el Commissioning (puesta en marcha y arranque), ya que regulan y mantienen el flujo constante en el serpentín a medida que la presión del agua varía, dependiendo de la demanda. Esta característica incrementa la eficiencia energética, reduce costos y tiempos de Commissioning y arranques, reduce el desgaste del actuador por operación e incrementa el confort del usuario.
Las PICV le permiten al sistema mejorar su rendimiento y operación; con la cantidad correcta de flujo a cada serpentín, los sistemas de agua helada (como los chillers) y los sistemas de agua caliente (como los boilers) son más eficientes.
Ventajas de las PICV
- Las PICV integran el balanceo dinámico y las funciones de control en un solo producto. Estas válvulas responden a los cambios de presión para poder mantener el flujo deseado. La sección reguladora de presión diferencial de estas válvulas incorpora un diafragma elástico que se mueve por la presión diferencial y un resorte. El diafragma es expuesto a la presión de entrada de un lado y a la presión de salida en el otro. A medida que el diafragma se mueve, acciona una válvula que mantiene la caída de presión constante a través de la válvula de bola / esfera, sin importar las fluctuaciones de presión en el sistema. Esta válvula, entonces, [textmarker color=»FFFCAB»]modula para mantener la temperatura deseada[/textmarker] en el sistema, de esa manera el flujo varia por la demanda del usuario y no por los cambios de presión.
- Debido a que las PICV son tanto una válvula de control como una válvula de balanceo automático, la instalación es más sencilla y menos costosa, ya que no sólo evitan instalar y comprar dos válvulas independientes por serpentín, sino que [textmarker color=»FFFCAB»]ahorran tiempos y costos en el Commissioning[/textmarker], al evitar reajustar el balanceo.
- Las PICV reducen también los costos de los equipos en el sistema, dado que se requieren equipos más pequeños y de menor capacidad y tuberías de diámetros más reducidos. También eliminan la necesidad de invertir e instalar una compleja tubería de retorno inverso. [textmarker color=»FFFCAB»]Reducen el tiempo y la labor de pruebas[/textmarker], ajustes, balanceo y comisionamiento, especialmente en proyectos por etapas, en donde el sistema debe de volver a balancearse cada vez que una etapa se concluye.
En la revista Cero Grados de octubre, 2016, hablamos del mantenimiento, instalación y selección de las PICV. [button link=»» icon=»Select a Icon» side=»left» target=»» color=»e0dfde» textcolor=»0d0d0d»]LÉELA AQUÍ[/button]