Estas estructuras facilitan y permiten controlar la
cantidad de aire exterior que ingresa a un edificio
Redacción, con información e imágenes de NAMM
Los louvers son una estructura de aletas horizontales paralelas diseñadas para regular el flujo de aire. Su propósito es mantener un equilibrio entre paso de agua, control solar y flujo de aire adecuado. El diseño simple permite que los edificios respiren, trayendo aire y, eventualmente, empujándolo hacia afuera. El ciclo constante de aire nuevo que se introduce en el edificio garantiza que la contaminación del aire se mantenga siempre al mínimo.
¿Por qué instalar louvers?
Los louvers son la clave para asegurar el flujo constante de aire en un edificio. ¿Cómo sucede esto? Las aletas que lo conforman impiden el ingreso de elementos no deseados, como la suciedad y el mal tiempo, pero permiten el ingreso y salida adecuada del aire. Además, cuando se instalan en los lados de los edificios contribuyen a una ventilación fresca y protegen el exterior del edificio.
¿Cómo funcionan los louvers?
Utilizan un diseño de panel inclinado que evita la entrada de residuos no deseados y permite que el aire louver o a otros equipos de flujo de aire fluya. La inclinación hacia abajo hace que el agua y la lluvia se deslicen fácilmente por el louver sin ingresar al sistema de ventilación. Este diseño también evita que la luz brillante se dirija directamente al edificio, pero permite que pase algo de luz. El louver ingresa el aire exterior en las condiciones en las que éste se encuentre y ayuda a la ventilación y al barrido del aire.
Elementos importantes de un louver
Área libre: Espacio entre las rejillas que permite el paso del aire. Es muy importante considerar la cantidad de área libre. Un alto porcentaje admite la entrada de más aire a través de una abertura más pequeña, lo que reduce los gastos involucrados en la abertura de la pared y la instalación de louvers. Las áreas libres suelen oscilar entre el 35 y el 60 por ciento de la abertura de una pared.
Punto de penetración del agua: Es el establecido por ASHRAE 62.1, en el apartado de toma de aire exterior, en el que se limita la penetración de agua máxima de 0.01 oz/ft² de aire libre en la velocidad máxima. Para determinarlo, medimos los pies por minuto del agua. Para diseños de louvers tradicionales, esto varía de 300 a 1250 pies por minuto, lo que significa una excelente resistencia al arrastre de agua.
Resistencia al flujo de aire: Cada louver creará resistencia al viento en función de su diseño y de la forma de su marco. Cualquier obstrucción en la corriente de aire crea resistencia, como conductos, filtros, bobinas, la estructura del edificio en sí. La resistencia del louver se mide haciendo pasar aire a través de éste y luego calculando el diferencial de presión y las velocidades del área libre. Es esencial minimizar esta resistencia siempre que sea posible para evitar daños al louver o a otros equipos de flujo de aire. También es vital garantizar un menor consumo de energía, ya que cuanto menor sea la presión, menos energía se necesitará para hacer funcionar el ventilador.
Instalación sencilla
Los louvers son diseñados para adaptarse al edificio. Una vez que se tienen los louvers con las proporciones adecuadas, la instalación es muy simple. Los louvers construidos se trasladan al área del edificio y se instalan con tan sólo una cinta métrica, niveles, martillos y pistolas de tornillo. Dependiendo del material con el que esté hecho el edificio, los louvers deberán asegurarse con tornillos en edificios de metal y con clavos en hormigón. Existen también louvers motorizados y su proceso de instalación es muy similar. Sólo hay que asegurarse de que las rejillas tengan el tamaño correcto. La principal diferencia es que los louvers motorizados deben conectarse a la red eléctrica del edificio para que funcionen correctamente.
¿Cuáles son las diferencias entre louvers regulares y motorizados?
Los sistemas de tipo motorizado permiten cambiar la orientación de las rejillas con solo presionar un botón. Aunque no todos pueden tener las rejillas ajustadas, algunas pueden orientarse de diferentes maneras. Cabe destacar que los louvers motorizados se adaptan mejor a edificios de mayor escala como rascacielos o donde hay varios pisos.
Los louvers ajustables pueden ser operados de manera manual o motorizada. Los manuales son mejores para un edificio de menor escala donde no hay demasiadas de estas estructuras para realizar un seguimiento. Recuerda que, al ser un ajuste manual, será difícil cambiarlos bajo ciertas condiciones, por ejemplo, cuando caiga lluvia. Ambos tipos de louvers se pueden ajustar al mismo tiempo. Los louvers industriales que se instalan en naves industriales o en cualquier otra aplicación, se abren y cierran para cumplir con la ventilación requerida de acuerdo con cada aplicación. Entre las ventajas que ofrecen estas estructuras se encuentran la fácil instalación, la rápida instalación y protección que proporcionan al exterior del edificio. Es importante destacar que los louvers no garantizan el aire fresco y limpio, depende de la calidad de aire que exista en el exterior. Si el aire esta contaminado, así ingresará al edificio o nave. Si el aire está limpio, ingresará limpio. Para estos dos casos existen accesorios que se pueden agregar. Por ejemplo, cuando se quiere limpiar el aire es posible incorporar filtros, normalmente metálicos lavables. Actualmente, debido a la pandemia por la covid-19, ha aumentado el nivel de filtrado; llegándose a requerir en algunos casos de un Merv 8 hasta un Merv 13. El tipo de louvers puede variar de un edificio a otro, dependiendo de su diseño y capacidad. Por ejemplo, un estacionamiento puede requerir un buen flujo de aire, pero quizá no necesite la máxima protección contra la lluvia, por lo que un diseño de louvers convencional sería más que suficiente. En cambio, el generador o la sala de la planta que contiene equipos eléctricos requiere protección contra tormentas y huracanes, así como especificaciones de flujo de aire de alto rendimiento. En conclusión, la instalación de estos elementos es simple y su mantenimiento es mínimo, ya que, gracias a la inclinación, ningún tipo de escombro se atasca en las rejillas, garantizando la limpieza. Con pocas piezas móviles o ninguna, el mantenimiento sólo deberá realizarse cuando haya algún daño.