Las necesidades actuales en el mercado de la refrigeración han llevado al uso de sustancias poco conocidas por los técnicos. Saber más sobre su uso es primordial para hacer una elección adecuada para cada equipo de refrigeración.
Sinaí Romo.
Las exigencias impuestas por las nuevas leyes medioambientales, así como las regulaciones sobre el uso de sustancias que afectan al planeta, han forzado a los fabricantes a encontrar nuevos gases que reemplacen a los dañinos. Así es como se han desarrollado los refrigerantes de los cuales se habló anteriormente, los naturales, pero también hay otra alternativa que incluye a los productos fluorocarbonados que tiene un bajo potencial de calentamiento global y no agotan la capa de ozono, estas sustancias son conocidas como hidrofluorolefinas (HFO).
Aunque estas sustancias se utilizan mucho en el sector automotriz, también algunas de sus mezclas puede ser utilizadas en la refrigeración comercial como alternativa al R-134A y otros HFC. Aunque en menor medida, estos gases refrigerantes siguen siendo gases fluorados, que contribuyen al efecto invernadero, por el momento se han elegido como una buena opción para los equipos de refrigeración. (Ver características)
Por otra parte, entre sus desventajas se encuentran que es un gas ligeramente inflamable. Además, cuando se quema, libera sustancias peligrosas como el fluoruro de hidrógeno (HF), cuya toxicidad es elevada y es potencialmente letal para los humanos en espacios sin poca ventilación. Aunque su inflamabilidad no es una barrera para su uso en la refrigeración, la sustancia que se libera cuando éste se quema, es peligroso para la salud.
En el manual de Buenas Prácticas de la Secretaría del medioambiente y recursos naturales (Semarnat) se menciona que el gas R-1234yf, perteneciente a este grupo de HFO, está programado para ser el primer refrigerante de este tipo en ser comercializado.
Otro refrigerante es el R-1234ze, el cual posee un potencial de calentamiento global bajo y cero en el potencial de agotamiento de la capa de ozono. Su uso se da principalmente como agente de soplado para espumas de poliuretano y propelente, sin embargo también es aceptado, hasta ahora ampliamente por la unión Europea, como refrigerante.
Debido a sus propiedades termodinámicas y su baja inflamabilidad también es utilizado como un excelente agente para la limpieza de los sistemas de refrigeración y aire acondicionado.
En el manual antes mencionado, también se menciona que actualmente varias industrias ya están trabajando en la creación de las mezclas de HFO/HFC, donde la mayor parte del compuesto mezclado (al menos 60 por ciento) será R-32, con R-1234yf o R-1234ze, donde éstos últimos se ocuparán en menor cantidad . Estos compuestos mezclados se comercializan como HFO, con su cualificación de bajo potencial de calentamiento global. Sin embargo, sobre su disolución atmosférica, estas mezclas volverán a sus componentes originales y, en consecuencia, contribuirán al calentamiento global.
Es importante tener en cuenta que debido a las nuevas disposiciones medioambientales y en busca de proteger más al planeta, los refrigerantes con mayores propiedades son los que se deben utilizar en un tiempo inmediato.
De este modo, además de ayudar a la reducción del calentamiento global y a un menor efecto invernadero, los técnicos del sector de la climatización que estén informados sobre las sustancias permitidas y sus características, estarán entrando al campo de las buenas prácticas y a la concientización de un mayor número de personas sobre el uso de productos dañinos.
En otro aspecto, los refrigerantes nobles con el medioambiente ofrecen una solución a largo plazo para cubrir las necesidades de los clientes.
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