Aire limpio menos alergias

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La primavera es una estación esperada por mucha gente, trae consigo el calor, los coloridos paisajes y la polinización. Ésta ocasiona que diversas personas sufran de alergias de temporada, por lo que tener un aire acondicionado en espacios interiores ayuda a calmar los malestares del primer equinoccio del año

Sofía Ruiz

La temporada más esperada por muchos es la primavera, debido a sus tonos vistosos, el buen clima, las ganas de salir de paseo y otras cuestiones que alegran los meses que dura. Esta es la idea común de esta época, pero no todo es color y diversión, pues muchas personas sufren de la conocida “fiebre del heno” o rinitis alérgica estacional. Algunas compañías de aire acondicionado aseguran que en el 45 por ciento de los hogares existe alguna persona que padece alergias o asma, por lo cual es recomendable tener un sistema que purifique el aire que se respira.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informa que el 20 por ciento de la gente sufre de alergias, esta condición afecta principalmente a niños, aunque también los adultos la padecen; 2 de cada 10 personas presentan este tipo de enfermedades respiratorias. El IMSS señala que el 50 por ciento de la población sufrirá una alergia en algún momento de sus vidas.

La rinitis alérgica estacional no tiene cura, pero los síntomas se pueden controlar con diferentes tratamientos. Según la Academia Americana de Alergias, Asma e Inmunología (AAAAI, por sus siglas en inglés), “la rinitis alérgica estacional es causada más a menudo por el polen llevado en el aire durante diversas épocas del año en diversas partes del país”. En la mayoría de los casos, los síntomas de alergia también continúan a lo largo del año debido a la contaminación.

Existen diferentes formas de mantener bajo control a las alergias, como medicamentos, tratamientos a largo plazo, entre otros. Uno de los más importantes y que ayuda a toda la familia es el uso de un sistema de aire acondicionado en el hogar, oficinas y espacios interiores, ya que de esta manera se puede controlar lo que respiramos y así minimizar los síntomas de la rinitis alérgica.

El aire acondicionado, además de controlar la calidad del aire que se respira al interior de los espacios, también ayuda a evitar que entren nuevos alérgenos al ambiente, ya que si existe mucha contaminación en el entorno ocasiona una complicación en la “fiebre de heno”.

Los aires acondicionados son muy útiles en la purificación del aire, tema en el que el mantenimiento se vuelve fundamental para lograr que esta función se cumpla al cien por ciento. Jaime Jiménez, director general de Trane, habla de los factores que están relacionados con el aire acondicionado y las alergias. “Uno de los tantos factores más fuertes que hay para las alergias es el aire contaminado no importando de donde provenga; y en cuestiones de climatización, el ambiente podría verse afectado sin el cuidado de los sistemas instalados; por ello, el mantenimiento de éstos es clave para evitar la generación de microorganismos que impacten a la salud”. Un sistema de climatización sin mantenimiento podría ser causante de alergias, por lo que deben limpiarse periódicamente; los filtros sucios no sólo causan enfermedades respiratorias, también causan gastos excesivos de energía.

Como lo menciona el director general de Trane, “hoy en día, muchos equipos cuentan con sensores y alarmas para informar qué tan sucio se encuentran los filtros, sistemas de control más sofisticados que miden la salida de presión en los filtros, que inician con bloqueo y, con base a eso, tener una rutina de limpieza”.

Otra parte del aire acondicionado que debe limpiarse con regularidad son las charolas de condensado (cacerolas metálicas donde se atrapa la condensación), ya que en éstas se acumula y se estanca el agua, lo que ocasiona que se reproduzcan bacterias, hongos y contaminantes. Así que cuando se enciende el sistema y no se ha limpiado previamente todos los microrganismos son esparcidos en el espacio.

Jiménez explica que existen distintos tipos de filtros, los cuales se utilizan dependiendo del espacio en donde se quieran colocar, además de que se debe determinar si en el interior del lugar existe alguna fuente interna de contaminación. Dependiendo del análisis se determina qué tipo de filtro debe colocarse: filtros de carbón activado, de rayos ultravioleta, mecánicos con grado HEPA, entre otros.

Asimismo, existen diferentes tecnologías en los aires acondicionados, una de ellas es el Intense Fiel Dielectric (IFD), la cual sirve para atraer a los contaminantes y volverlos sólidos para después eliminarlos. “El IFD es un sistema dieléctrico que a través de corriente eléctrica produce la atracción/acumulación de estas partículas, entonces es un efecto que atrae a las partículas suspendidas y, al mismo tiempo, las acumula, para que posteriormente se puedan desechar. Es atraer a las partículas con una carga eléctrica, lo que ocasiona esta aglomeración de la masa contaminante, logrando que sea más fácil de limpiar”, explica el director de Trane.

Jiménez recomienda a los técnicos encargados de realizar el mantenimiento que “lo primero es que tengan muy presentes y estudiados los manuales de operación y mantenimiento de estos sistemas, para que la rutina de mantenimiento que tienen las frecuencias sean cumplidas y, por lo tanto, los sistemas tengan su efectividad al máximo. La otra es que estudien todos los estándares AHRI relacionados con la filtración, entendiendo los estándares que hay para las diferentes aplicaciones, y así puedan dar una mejor asesoría y mantenimiento a las necesidades de eficiencia y de cada instalación”.

Una cuestión importante es que los filtros deben ser capaces de eliminar los contaminantes que se encuentran en el aire y detenerlos con sus celdas colectoras. Para que el sistema siga recolectando las partículas dañinas deben estar limpios, por lo que se deben limpiar una vez al año.

Se tiene la creencia que los aires acondicionados gastan mucha electricidad, pero actualmente la mayoría de estos sistemas son diseñados para utilizar de forma eficiente la energía, así pues, si se les realiza un mantenimiento periódico mantienen esta característica en perfecto estado.