Evita la contaminación, el mal olor y los daños en sistemas de refrigeración con limpieza y desinfección, tus mejores aliados
Mayra Lira / Imágenes: cortesía de Clinest
No hay nada más agradable que entrar en un espacio con aire acondicionado cuando el termómetro marca más de 25 °C; dan ganas de quedarse ahí por horas y horas. En cambio, ¿a quién no le ha pasado que llega a un lugar climatizado, pero con un fuerte olor a humedad? Lo primero que pensamos es en salir de inmediato de ahí, pues nuestro instinto dice que algo anda mal. Si nos quedamos el tiempo suficiente podríamos observar señales de cansancio, ojos rojos, mal humor, tos y estornudos en los ocupantes. Y, si les preguntáramos qué les pasa, probablemente hablarían de algún problema respiratorio o de alergia.
El mal olor es resultado de una deficiente calidad del aire interior (CAI) y tiene su origen en la acumulación de microorganismos dentro de los evaporadores, mejor conocida como contaminación biológica. Esta contaminación es potencialmente dañina para la salud debido a que virus y bacterias se propagan a través del aire cuando el sistema de aire acondicionado entra en operación y no ha recibido mantenimientos adecuados.
Los daños por la humedad y crecimiento bacteriano son causa de reparaciones costosas y la interrupción de operaciones en edificios de Europa y Estados Unidos. En México afecta a la industria turística, la inocuidad de los alimentos, la salud de las personas en espacios cerrados como escuelas y oficinas, así como a los procesos de manufactura con ambiente controlado.
La humedad interior es causada no sólo por los sistemas de climatización, también por los materiales de la envolvente y las actividades que se desarrollan dentro de un edificio. Lo anterior fue suscrito en junio de 2019 por la Asociación Americana de Ingenieros en Aire acondicionado, Calefacción y Refrigeración (ASHRAE, por sus siglas en inglés) al ratificar el documento “Limitando el Moho y la Humedad al Interior de Edificios”, emitido en 2012 y que advierte que cierta humedad es normal dentro de los sistemas de refrigeración y aire acondicionado (RAC); lo que no es deseable es su persistencia.
Las charolas de condensados son parte de los sistemas de enfriamiento: de forma natural ocurre la condensación en el panel evaporador y la charola capta el agua condensada para dirigirla hacia el drenaje. Polvo, restos de piel, cabello y otras partículas entran también en sistemas donde se recircula el aire, tales como minisplits y sistemas VRF. La combinación de factores como el interior oscuro y la humedad encerrada, además de los condensados contaminados deslizándose constantemente por el serpentín, forman el ambiente ideal para que el moho, hongos, algas y bacterias se reproduzcan. El hongo Aspergillus y la bacteria Legionella se han encontrado en charolas de condensados y se sabe que las enfermedades que producen son transmitidas a través del aire. Si los condensados no fluyen hacia el drenaje, pueden volverse caldo de cultivo para la fauna microbiana y afectar gravemente la salud de los ocupantes.
Evitar la humedad dentro de los sistemas RAC es vital en hospitales, hoteles, escuelas, supermercados, oficinas, residencias, comercios y espacios cerrados como casinos, teatros y salas de cine.
Implicaciones de la humedad en la salud humana
Cuando los edificios permanecen húmedos o inundados por largos períodos de tiempo, el crecimiento microbiano puede ocurrir sobre las superficies manifestándose como moho, algas y bacterias. Éstas pueden ocasionar asma, bronquitis, rinitis, irritación de las membranas mucosas, alveolitis alérgica y fiebre por inhalación. (Hodgson and Flannigan 2001, Sorenson 2001).
Tres señales que evidencian problemas potenciales son:
- Daño visible por agua y manchas en cielos y muros
- Moho visible
- Olor a moho, tierra o rancio
En estos casos, se recomienda investigar y eliminar las causas para evitar futuros problemas de salud.
Asimismo, existen otros efectos negativos de la humedad en los equipos RAC:
- Menor vida útil de elementos metálicos
- Altos costos de reposición y mantenimiento
- Reducción en la efectividad del aislamiento que lleva a mayor consumo de energía
- Se reduce el valor de las propiedades por daño estructural
- Menor satisfacción de los ocupantes por olores desagradables
El estándar de la industria
En los últimos años se ha visto un cambio en el diseño y funcionamiento de los sistemas RAC como charolas de condensados inclinadas para un drenado más rápido; superficies de plástico lisas y antibacteriales; filtros más fáciles de cambiar o limpiar, entre otros. No obstante, es de vital importancia implementar acciones como la correcta instalación de tuberías y drenajes, y el mantenimiento periódico para afrontar los retos asociados con la calidad de aire interior (CAI).
El Estándar 180-2018 ANSI/ASHRAE/ACCA para la Inspección y mantenimiento de sistemas HVAC en edificios comerciales aborda las prácticas inconsistentes al inspeccionar inmuebles en donde la gente está expuesta al ambiente interior. Establece, además, los requerimientos mínimos de mantenimiento, ya que éstos impactan directamente en el confort térmico, la eficiencia energética y la CAI. Señala que, por lo regular, el criterio varía desde mantener como nuevos los sistemas RAC, o bien, atenderlos hasta que se produce una falla.
Para implementar el estándar el primer paso es definir a los responsables de llevarlo a cabo, puede ser el dueño o un encargado con suficiente autoridad. El responsable y su equipo definirán un programa de mantenimiento adecuado para sus sistemas de climatización, a fin de preservar en óptimas condiciones los equipos para que puedan proporcionar el confort térmico, la eficiencia energética y la CAI deseados.
El estándar enlista 25 sistemas comerciales como UMAs, chillers, serpentines, condensadores, torres de enfriamiento, fan & coils, bombas de calor, etcétera. También especifica las tareas para ejecutar el mantenimiento de los componentes, la frecuencia y la acción correctiva recomendada de cada uno de los equipos.
En la lista de tareas recomendadas, llama la atención la cantidad de veces que se repite la palabra limpiar, específicamente cuando establece revisar la charola de condensados, las tuberías de drenaje, serpentines y otras áreas en donde la acumulación de humedad visibiliza el crecimiento biológico. Se recomienda como acción correctiva la desinfección. Cuando se trata de unidades paquete con ductos, el énfasis debe ponerse en las uniones, el aislamiento y el interior de los ductos.
El drenaje de condensados requiere más que una buena trampa y un adecuado plan de mantenimiento. Si no se drena, el agua de condensados se puede derramar fuera de la unidad, dispersarse por el aire en forma de rocío junto con microbios, y también producir contaminación dentro de la unidad. Existen tabletas y tiras antibacteriales que se colocan en la charola para evitar la contaminación de condensados y mantener la charola en óptimas condiciones.
Efectividad de los sistemas de drenaje
Los estándares para la industria RAC no son los mismos que los de los sistemas hidrosanitarios. El impacto de la contaminación biológica en la salud puede entenderse sólo cuando se cae en cuenta de que el aire de un espacio acondicionado pasa varias veces por hora a través de la unidad evaporadora, por lo que no es deseable que el aire exterior entre y se mezcle con el interior, ya que también afecta la eficiencia del equipo. La necesidad de contar con un sistema de drenaje efectivo y confiable es imperativa.
El sistema de drenaje es un componente único. Es una interfase entre la charola de drenaje del evaporador y el sistema de drenaje del edificio, por lo que no es muy claro si la responsabilidad es del plomero o del prestador de servicios. El diseño de la trampa para drenaje de condensados ya ha sido regulado por ASHRAE, que enumera los diferentes tipos de fallas que pueden existir y los daños al equipo y la salud que pueden causar.
Las trampas de drenaje de condensados son distintas a las del drenaje sanitario, la diferencia es que, si fallan, impactan la calidad del aire interior. Éstas deben ser diseñadas de forma que el agua del panel evaporador sea descargada fuera de la unidad y, al mismo tiempo, mantener el sello de agua en la trampa en el nivel adecuado para que el aire del ambiente no entre ni salga de la manejadora.
Sólo en años recientes, ante el interés en la salud y ciclo de vida de los edificios, la revisión de los sistemas de drenaje se ha puesto bajo escrutinio técnico de acuerdo con estándares industriales.
En el caso de evaporadores ubicados en cámaras frigoríficas, roturas, taponamientos y/o instalaciones que comprometan el sello de agua que bloquea la entrada de aire desde la tubería de drenaje, las fallas se pueden deber a congelamiento. Las trampas con distancia insuficiente entre la entrada y la salida pueden causar que el agua drenada se regrese y acarrearla dentro del sistema de ductos, o causar derrames de agua fuera de la charola. Las superficies húmedas pueden albergar contaminación biológica.
Durante condiciones de operación, los sistemas de drenaje deben:
- Permitir que los condensados fluyan de manera libre desde la charola de drenaje
- Prevenir que entre aire exterior cuando es jalado dentro de la unidad
- Impedir la dispersión de condensados desde la charola a otros componentes internos
- Evitar que sucedan desbordamientos debido a obstrucciones en el flujo o a presión negativa
- Inhibir el crecimiento de algas y el desarrollo de fauna nociva
- Fomentar el uso de materiales que no requieran ningún tratamiento
- Utilizar equipos con una vida útil de al menos 15 años, cuyas partes no se muevan y sean autolavables, y no requieran mantenimiento preventivo
Un sistema de drenaje de condensados que cumpla con estos requisitos es lo más cercano al ideal para edificios comerciales y residenciales.
Acciones concretas
Como prestador de servicios debes ocuparte de las siguientes labores:
- Colocar el drenaje de condensados con una trampa adecuada desde la instalación
- Designar un responsable de mantenimiento y que en su plan considere las acciones del Estándar 180 de ASHRAE
- Realizar inspecciones periódicas y tomar acciones correctivas inmediatas
- Utilizar protección personal, como cubrebocas, lentes y guantes de hule al limpiar y desinfectar evaporadores
- Apegarse a normas de la industria
- Realizar una ventilación por barrido
- Hacer renovaciones de aire de acuerdo con la norma 62.1 ASHRAE
- Procurar la entrada de luz solar
Herramientas y productos
- Desinfectantes y tratamiento de condensados en forma de tabletas y tiras
- Aspiradora seco-húmedo
- Adaptador para limpieza de drenajes
- Desinfectantes de superficies a base de sales cuaternarias
- Guantes de hule, lentes de protección y cubrebocas
- Detergentes de baja alcalinidad
- Lámparas UV
- Extractores o ventiladores
Consejos de mantenimiento
- Nunca se debe intentar disfrazar los malos olores, ya que lo que realmente se oculta es el mal olor de la contaminación microbiana y esto puede traer serios problemas de salud para los ocupantes. Es mejor localizar y eliminar la fuente. Esto también ayuda a mantener bien limpio el equipo.
- Para que los sistemas RAC no absorban las partículas de moho, se recomienda reemplazar totalmente las alfombras, cortinas, pisos de madera, celosías y otros elementos. El moho es difícil de eliminar, siempre será mejor cambiar los artículos por otros nuevos.
- Los detergentes eliminan la suciedad visible, pero por sí mismos no inhiben los microbios, hay que exterminarlos con un desinfectante adecuado.
- Los desinfectantes deben permanecer al menos 60 segundos en contacto con la superficie para ser efectivos. En techos y muros es recomendable aplicar en forma de espuma para asegurar la permanencia.
- Limpiar y desinfectar completamente el interior de la unidad: aspas, gabinete, turbina, charola y cualquier área en donde quepa una bacteria.
- Revisar la unidad antes de encenderla después de un periodo prolongado, cambio de estación o modo de enfriamiento-calefacción.
- Procurar la ventilación natural, así como la entrada de luz solar.
Las trampas de drenaje de condensados y las charolas son espacios que pueden contaminarse fácilmente, llevar a cabo un buen procedimiento de limpieza y mantenimiento garantiza la correcta operación de los equipos y salvaguarda la salud de las personas. Seguir las indicaciones y recomendaciones anteriores, te ayudará a cumplir con la calidad y la eficiencia que exigen tus servicios.
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Mayra Lira
Cuenta con más de 16 años de experiencia en la fabricación de productos químicos para mantenimiento. Actualmente está al frente de Clinest, empresa que provee a los técnicos de herramientas y productos para facilitar la limpieza de los sistemas HVACR.