Los sistemas de aire acondicionado se componen de múltiples partes mecánicas, depósitos y metros de ductos, que con el paso del tiempo acumulan polvo, suciedad, bacterias, hongos, mohos y hasta roedores e insectos muertos. Esto ocasiona que el aire expulsado esté altamente contaminado, un problema que puede evitarse con una limpieza apropiada
Gabriela Hernández
El ritmo de vida de la actualidad obliga a un gran número de personas a permanecer por lo menos seis horas en oficinas, hospitales, hoteles, edificios gubernamentales, tiendas departamentales, etcétera. En ocasiones, la situación de confort parecería la adecuada, pero en realidad podría resultar engañosa y, por ende, perjudicial para la salud.
La Calidad del Ambiente Interior (CAI) dentro en un espacio comienza a empeorar cuando disminuye el aire fresco o libre, o bien, aumenta el tránsito de personas y animales. Con poca entrada de aire fresco, el que se encuentra dentro de un inmueble debe reciclarse a través de un sistema HVAC. Esto causa la propagación de gérmenes, polvo, moho y alérgenos, debido a que el aire reciclado se mueve a través de sistemas de conductos, adhiriéndose en su interior, especialmente en aquellos con revestimientos de fibra de vidrio aluminizada.
Si se traza una analogía con la vida cotidiana, ésta sería la suciedad que se encuentra en la suela de los zapatos. La impureza y el lodo se adhiere más fácilmente en la huella del calzado; por lo tanto, cuando la persona camina de un lado a otro, la inmundicia se extiende de una habitación a otra. Lo mismo sucede con las partículas en los ductos. Esto significa que, en ciertas estaciones como el invierno, muchas se quedan atrapadas en el interior de los equipos de climatización, por lo que el sistema y los conductos tienden a obstruirse fácilmente.
A pesar de que el mantenimiento regular HVAC incluye la limpieza de esta suciedad en las manejadoras de aire, a menudo, la correspondiente a los conductos es considerada como no esencial. Esto puede ser un grave error, especialmente si no existe un programa de mantenimiento de la instalación para cambiar los filtros sucios o si se usan tamaños incorrectos, además de que los alérgenos se acumularían rápidamente en dichos canales.
En caso de algún evento importante o evidencia de moho, un especialista también debe probar la contaminación de los conductos. De lo contrario, cuando se acumule el polvo durante los meses de invierno, algunos se soltarán paulatinamente extendiéndose a lo largo de la ductería, mucho después de la descontaminación.
La limpieza y sanitización de los conductos requiere de una gran responsabilidad por parte de las personas encargadas de realizar el mantenimiento. Para esto, se requieren de equipos especializados para llevar cabo una inspección y desalojar deshechos de gran tamaño, como insectos y roedores. Luego, es necesario aspirar con equipos industriales que tengan filtros HEPA, ya que éstos atrapan el 99.97 por ciento de los microorganismos. También es preciso que contengan filtros de carbón, pues proporcionan tres fases de filtrado para evitar un posible brote de legionela, gripe y/o síntomas del edificio enfermo, a saber:
- Gripes
- Alergias
- Dolor de cabeza
- Migrañas
- Cansancio
- Ojos llorosos
- Dolor muscular
El resultado de que los ocupantes del edificio enfermo presenten estos padecimientos son el abstencionismo laboral, baja productividad, incapacidades, muerte por legionela, además de que el costo del factor humano es alto y tanto el mobiliario como el equipo de cómputo resultan deteriorados. Estos problemas son causados por:
- Conductos de aire acondicionado contaminados y sucios
- Manejadoras sin mantenimiento ni cambio de filtros
- Filtros no adecuados al tamaño
- Torres de enfriamiento contaminadas
- Chillers sin mantenimiento preventivo
Limpiando los equipos
Es importante señalar que los conductos de aire acondicionado son sólo una parte del sistema HVAC, cuyos componentes, además de los mencionados, son la torre de enfriamiento, el chiller, la manejadora de aire, los serpentines, entre otros. Para garantizar que el funcionamiento sea el adecuado y que su operación no represente un problema para la salud de las personas, el procedimiento de limpieza debe ser obligatorio para cada una de las partes que componen al equipo. A este paso, se le debe sumar la desinfección y la sanitización, siendo los conductos de aire el último eslabón.
Primero se debe tomar una muestra del agua de la torre de enfriamiento para llevarla al laboratorio. Ahí se realizará un análisis que revele el tipo de agua y los agentes microbiológicos que se encuentren en ella. Recuerda que, para obtener el aire acondicionado, el agua de la torre de enfriamiento pasa por el chiller y el intercambiador de calor. Por tanto, se recomienda que las torres de enfriamiento reciban dos mantenimientos de limpieza al año:
- Mantenimiento correctivo. Consiste en realizar una limpieza general en la torre de enfriamiento (tras detener su funcionamiento), la cual incluye lavado y desinfección de paneles
- Mantenimiento preventivo. Se lleva a cabo seis meses después del correctivo y consta de un aspirado de lodos, espuma penetrante en paneles para retirar polvo, lodo, moho y cualquier contaminación microbiológica. El enjuague se realiza con sistemas y equipos especiales para evitar daños a los paneles. No se deben emplear hidrolavadoras con presión mayor a 140 lbs, ya que dañan, rompen, deterioran o adelgazan los paneles. La mejor opción para la limpieza es utilizar el flujo de agua, en vez de presión, pues de lo contrario, la torre de enfriamiento podría perder hasta 40 por ciento de eficiencia. Esto se traduce en un desperdicio de energía significativo. El segundo servicio preventivo no requiere detener la torre ni drenarla, es decir, se puede mantenerla en funcionamiento.
Chiller / Intercambiador de calor
Se recomienda que la limpieza de este equipo se realice cada año. Actualmente, existe una gran variedad de métodos rápidos y efectivos que en tres días logran desincrustar un chiller que ha dejado de funcionar, a causa de la suciedad en los fluxes. Una limpieza preventiva se puede hacer en cinco horas. El procedimiento es circular por tres horas un producto químico, orgánico, biodegradable y ecoamigable, que respete el cobre, acero inoxidable, aleaciones, etcétera; pero que también sea un potente rompedor de incrustaciones, como calcio, magnesio, carbonatos, zinc y derivados del agua. Posteriormente, se cepilla cada flux con un cepillo de nylon con puntas de carburo de tungsteno, para conseguir un acabado espejo. Esta limpieza ayuda a que sea más difícil la adherencia de los minerales a los fluxes de cobre o de cualquier otro tipo de metal.
Conductos de aire acondicionado
Antes de comenzar la desinfección se debe tomar una muestra de los ductos para saber qué tipo de microorganismos existen en ellos. De esta manera se evita que el personal de limpieza corra algún riesgo, ya que cuando se comienza el cepillado de los conductos, los virus y las bacterias que permanecen dormidos se activan, y los primeros en sufrir graves o fatales consecuencias suelen ser los técnicos. Si no se tiene manera de hacer un análisis de laboratorio, es preferible higienizar toda la ductería con un desinfectante de alto espectro, aprobado por las secretarias de Salud y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Agencia de Protección Ambiental (EPA) o la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
La limpieza se realiza cada 15 metros y se recomienda sellar los conductos, a fin de no contaminar ni empujar la suciedad hacia las áreas que aún no se hayan aseado. El equipo que se debe utilizar es una aspiradora con un alto desplazamiento de aire, tres fases de filtrado (polipropileno o dacron, carbono y filtro HEPA). El cepillado y aspirado se realiza simultáneamente en los conductos, para garantizar que sólo pase aire limpio por el motor de la aspiradora y, con ello, evitar la contaminación cruzada tan peligrosa en todas las áreas.
Al concluir, se sanitiza todo el sistema con un atomizador y un producto químico a base de oxin que mantendrá los conductos libres de virus y bacterias, además de que seguirá matándolos durante seis meses más, aproximadamente.
Después de los procesos anteriores, se vuelven a tomar muestras para análisis de laboratorio, para asegurar que el edificio se halle libre de contaminantes.
Sabemos que el calentamiento global es una realidad y que la actividad industrial del ser humano es la causa de este fenómeno. Por ello, es muy importante concientizar a los responsables del mantenimiento de los equipos HVAC, así como a los dueños de los edificios y mandos gubernamentales, mostrándoles cómo una buena limpieza redunda en ahorros económicos y energéticos. También es muy importante fortalecer el compromiso con el cuidado del medioambiente, para así lograr un mundo mejor. Recordemos que somos invitados temporales en este planeta y, por lo tanto, debemos ser amables y procurar su bienestar.
Luego de 20 años de formar parte de la industria HVAC, quien esto escribe ha escuchado y sido testigo de cosas terribles respecto a la suciedad de los ductos de aire acondicionado: bebés muertos en los cuneros de algún hospital, personas que enfermaron en sus oficinas por la tarde y un día después estaban sin vida, entre otras lamentables historias. Esto me ha llevado a la investigación y al compromiso de fomentar entre los profesionales del sector las mejores prácticas. También es necesario hacer un llamado para que nuestra actividad se lleve a cabo en consonancia con los principios de respeto y cuidado de la naturaleza y de la salud de las personas.
Sin embargo, hay que reconocer que en México no se le ha dado la suficiente importancia a la limpieza de conductos y sistemas HVAC, debido a que en muchas ocasiones el personal de servicio desconoce lo más básico acerca del funcionamiento de los mismos. A pesar de que no exista como tal una profesión que enseñe esto, los técnicos y encargados de mantenimiento de un edificio deben conocer, al menos, lo que es la legionela, así como estar al tanto acerca de los virus y bacterias que suelen proliferar en los equipos de climatización con mantenimientos inadecuados. También hay que entender que, mediante la elaboración de un calendario de mantenimientos preventivos incorruptibles, se obtienen múltiples beneficios: ahorro económico, mayor eficiencia energética, menor impacto ecológico, pero, sobre todo, una mejor calidad de vida para los usuarios de los inmuebles.
Hace 18 años, tuve mi primer reto en limpieza de conductos para aire acondicionado en el Hospital Amejeiras, ubicado en la Habana, Cuba. En este lugar existía una preocupación por la salud de los pacientes, por lo que se decidió que era necesario llevar a cabo una limpieza integral de los sistemas HVAC. Siendo un país con múltiples problemas, el que los operadores del lugar hayan tomado esa decisión es un ejemplo del compromiso que se debe tener al abordar este tema. Sirva este artículo como un exhorto a comprometernos con la salud, el ahorro y el compromiso en todas las áreas que integran el mundo HVAC.
Procedimiento de limpieza
- Inspección de los ductos por video
- Test de laboratorio microbiológico para determinar qué bacterias y virus están presentes
- Desinfección antes de la limpieza
- Aspiración de los depósitos para eliminar todo el polvo y suciedad, los cuales quedan atrapados en las tres fases de filtrado (carbono, electrostático y filtro HEPA). Este paso tiene una eficacia de 99.99 % y permite que sólo aire limpio salga del equipo, evitando la contaminación del ambiente en el edificio
- Finalmente, se sanitizan los ductos con un nebulizador y producto frigo-safe
Gabriela Hernández. Especialista en mantenimiento y limpieza preventiva de equipos HVAC, con más de 20 años de experiencia en la industria. Directora general de Soluciones Innovadoras de Mantenimiento S.A. de C.V., distribuidora exclusiva de Goodway para México.