Difundir el saber entre los técnicos, promover las buenas prácticas y prolongar la vida útil de los sistemas de refrigeración son algunos de los objetivos de los cursos que imparte esta Asociación, cuyas conferencias han superado récords de asistencia gracias al interés de los técnicos por capacitarse
Danahé San Juan / Fotografías: Sergio Hernández
Con el propósito de seguir impulsando las habilidades de los técnicos del sector HVACR, la ANDIRA continuó durante marzo y abril con sus conferencias y capacitaciones técnicas.
La primera, organizada el 23 de marzo pasado, llevó por título “El sistema de refrigeración y los fundamentos termodinámicos, herramienta básica para obtener mejores resultados”. La formación comenzó con la bienvenida del ingeniero José Manuel Noriega, presidente del organismo, quien después de presentar una serie de comunicados procedió a dictar un cuestionario de cuatro preguntas a los asistentes. Acto seguido, Noriega expuso los temas.
Noriega señaló que el objetivo de estos encuentros es apoyar a los técnicos para mejorar su capacidad de diagnosticar fallas, disminuir riesgos operativos por malas prácticas y prolongar la vida útil de los sistemas de refrigeración. Para ello, agregó, es imprescindible tener muy claro que los conceptos básicos siempre serán necesarios, más no únicos, para mejorar el trabajo de las personas a fin de que obtengan mayores rendimientos.
Una semana más tarde, el 6 de abril, se abordó el tema “Válvula de expansión electrónica”, patrocinado por Danfoss y presentado por Fernando González, ingeniero en Sistemas de Campo, Aplicación y Servicio de esta empresa. Durante la ocasión, el presidente de ANDIRA recalcó que estas conferencias surgen con el deseo de “democratizar el conocimiento”.
Fernando González, ingeniero en Sistemas de Campo, Aplicación y Servicio de Danfoss
Bajo esta premisa, el ingeniero González compartió sus conocimientos a fin de que los técnicos adquirieran las competencias necesarias en la selección, aplicación y operación de válvulas de expansión electrónica de forma eficiente y productiva.
Ese mismo día, se aplicó una preevaluación diacnóstica, con miras a un proceso de certificación. Karen Ocampo, ingeniera Química y coordinadora del Consejo en Excelencia Técnica (CET), fue la encargada de despejar las dudas acerca de este procedimiento, explicar en qué consiste y aplicar la evaluación a los candidatos que asistieron.
Con esta capacitación, la Asociación demostró que, al unir los intereses de la industria con los de la educación, es posible plantear objetivos más altos y, en consecuencia, lograr mejores resultados para el beneficio de la sociedad. Esto porque la certificación dota a los técnicos de una mayor responsabilidad y consciencia acerca de su trabajo, dos cualidades que se verán reflejadas en la eficiencia de los equipos, disminución de fallas, prevención y recuperación de gases emitidos a la atmósfera, entre otras buenas prácticas.
