El consumo energético es uno de los gastos más altos en cualquier tipo de edificación; tan sólo en los hogares, cerca del 11 por ciento del total gasta más del 10 por ciento de sus ingresos en energía. La envolvente combinada con sistemas de climatización eficientes pueden contribuir a reducir el despilfarro de electricidad
Redacción, con información de la Conuee y de Bioconstrucción
Atender la creciente demanda de confort térmico en edificaciones residenciales y comerciales es uno de los grandes retos que enfrenta el sector energético de México. En la actualidad, el uso de aire acondicionado determina la demanda máxima de la industria eléctrica nacional. Su potencial de crecimiento, a su vez, responde a la tendencia hacia una mayor urbanización, el incremento del segmento de servicios en la economía y una necesidad no cubierta de la población que busca formas más modernas de climatización.
En zonas de clima cálido, el confort térmico está en función de la temperatura ambiente, pero la cantidad de electricidad que se utiliza para lograrlo depende de varios factores, entre ellos el diseño y los elementos de la envolvente del espacio para el que se busca el nivel de confort, como también la eficiencia de los equipos utilizados para alcanzarlo.
Éstos intervienen en tres aspectos que son fundamentales:
- Temperatura
- Humedad
- Velocidad del aire
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), más del 35 por ciento del consumo eléctrico del sector residencial es para confort térmico en zonas de clima cálido. Este porcentaje sigue creciendo a medida que se va cubriendo una demanda insatisfecha. Si bien el consumo de luz seguirá aumentando, la realidad es que los equipos que proveen otros servicios energéticos relevantes en las viviendas (como refrigeradores, lámparas y lavadoras de ropa, entre otros) son cada vez más eficientes, por lo que contribuyen a la disminución de las facturas de electricidad.
Otro punto relevante es el monto de subsidios asociados directamente al uso de energía para el acondicionamiento térmico en viviendas ubicadas en clima cálido, estimado en más de 30 mil millones de pesos anuales, lo cual es muy significativo en las condiciones actuales de limitaciones presupuestales.
Promoviendo la eficiencia
Desde la perspectiva de la política pública, hay medidas que atienden este problema, las más relevantes son las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) de eficiencia energética. Éstas aplican principalmente a los equipos que representan más del 80 por ciento del consumo eléctrico de una vivienda, pero también a los equipos de aire acondicionado, sean de ventana, de tipo split (NOM-023-ENER-2010) o de tecnología Inverter (NOM-026-ENER-2015). Se estima que estos últimos dominarán el mercado en un futuro no tan lejano por su mayor eficiencia.
Además de las NOM para equipos, existe la NOM-008-ENER-2001, que aplica a la envolvente de edificios no residenciales, y la NOM-020-ENER-2011, para envolvente de edificios para uso habitacional. Estas dos normas tienen el propósito básico de integrar consideraciones de diseño para reducir ganancias térmicas por conducción (las que se dan por las diferencias de temperatura entre el interior de la vivienda y el exterior) y por radiación solar (por la entrada de energía del sol a través de ventanas). Ambas NOM son complementadas por dos más que se aplican a elementos de la envolvente de las viviendas: la NOM-018-ENER-2011 para aislantes térmicos y la NOM-024-ENER-2012 para los sistemas vidriados, y que permiten asegurar su comportamiento como elementos de la construcción.
La intención de las NOM-008 y 020-ENER es obligar a que en México se diseñen edificaciones considerando el clima local y el efecto solar, dejando atrás las prácticas que proceden del centro del país, donde el clima no es determinante en el diseño de las envolventes. Con esto, también se logra que el uso de sistemas de climatización sea más eficiente, pues en la industria HVAC existen diversas soluciones capaces de adaptarse a las condiciones climáticas del lugar donde se instalan. No obstante, un edificio que cuente con el material adecuado para proporcionar confort también facilita la operación de estos sistemas.
¿Cómo saber si la envolvente térmica es efectiva?
Una envolvente efectiva es aquella cuya ganancia térmica es igual o menor que la estipulada en un edificio de referencia. Esta comparación se realiza a través de una evaluación de una Unidad de Verificación, acreditada por la Entidad Mexicana de Acreditación (ema) y aprobada por la Conuee en las NOM-008-ENER y NOM-020-ENER, y cuenta con la autoridad y el reconocimiento para expedir el dictamen de cumplimiento en las mencionadas NOM, en cualquier parte de la república mexicana.
Según el Análisis del impacto de las Normas Oficiales Mexicanas de Eficiencia Energética en el ingreso-gasto del sector residencial de México a partir de datos de INEGI (1990-2016), elaborado por la Conuee, alrededor de 3.5 millones de hogares (el 11 por ciento del total de los hogares en México) gasta más del 10 por ciento de sus ingresos en energía. De ahí la necesidad de seguir fomentando el correcto diseño y el uso de materiales adecuados para la envolvente térmica de un edificio, ya sea comercial, industrial o residencial.