Refrigeración móvil

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La cadena de frío abarca una serie de pasos para asegurar que el proceso de refrigeración o congelación requerido por algunos productos, como alimentos y medicamentos, se realice de manera óptima y segura para los consumidores

Danahé San Juan, con información de BOHN

Es muy importante que cada uno de los pasos que integran la cadena de frío se realice con las mejores prácticas, pues de lo contrario la producción podría ser afectada a tal grado que deje de ser útil o represente un riesgo para la salud de las personas. Uno de ellos es el control de la temperatura, para lo cual es esencial que los técnicos, e incluso los conductores, reciban una capacitación en torno a las buenas prácticas que deben aplicarse para responder a las demandas de una Unidad de Transporte Refrigerado (UTR).

Sin importar qué se necesite refrigerar, la temperatura siempre será un factor crítico. Esto se debe a que durante la producción, traslado, almacenamiento, acomodo, etcétera, de los artículos, suelen registrarse variaciones en los grados a los que debería estar la mercancía.

En la etapa de traslado, el transporte refrigerado juega un papel preponderante, junto con la logística, el monitoreo o control de la temperatura. Así pues, estos factores adquieren un valor fundamental para la conservación apropiada de una gran variedad de productos, así como para el desarrollo integral de las sociedades, al garantizar la calidad de los perecederos y para el sector salud. Por ello, es importante que toda empresa que participe en esta cadena de valor para la industria del frío cuente con especialistas calificados en el manejo, control y cuidado de la producción, afirma Juan Manuel Santana, gerente de Aplicaciones Transporte para BOHN de México.

Refrigeración móvil
Una UTR se conforma de una caja isotérmica, la cual permite bajar la temperatura interior de la caja vacía, mantenerla adecuada y bajo control para las necesidades de conservación y/o inocuidad del material que se vaya a transportar.

Algo que jamás debe olvidarse es que la mercancía tiene que estar a la temperatura requerida antes de que sea introducida en el vehículo refrigerado. También es necesario que se mantenga en el valor correspondiente, de acuerdo con el tipo de artículos que se transporten.

Existen algunos factores capaces de disminuir la eficiencia de los equipos de refrigeración, por lo que el técnico deberá estar muy atento para asegurarse de que lo siguiente no suceda:

  • Puertas en mal estado
  • Empaques dañados
  • Aislamiento deficiente
  • Aislamiento húmedo
  • Carrocería dañada
  • Equipos de refrigeración obsoletos o dañados
  • Fugas de aire

 

Para resolver estos posibles problemas es fundamental tomar en cuenta las buenas prácticas a la hora de operar, verificar, dar mantenimiento o reparar algún componente del sistema de refrigeración móvil. Asimismo, previo a la carga del producto, es necesario asegurarse de que la caja se encuentre perfectamente aseada y preenfriada, por lo menos entre 15 minutos y una hora.

Una vez iniciado el proceso se recomienda considerar los siguientes puntos:

  • Proceder a cargar con el equipo apagado
  • Verificar la temperatura de ingreso del producto
  • Evitar mezclar cargas a distinta temperatura
  • Revisar el punto de consigna de temperatura (termostato)
  • Mantener las puertas abiertas el menor tiempo posible para evitar entrada de aire caliente y de humedad
  • No obstruir el suministro de aire del evaporador
  • De ser posible estacionar el vehículo en un área sombreada
  • Verificar que la distribución de aire rodee todo el producto, es decir, que no haya vías obstruidas para que el aire circule libremente
  • Utilizar tarimas que soporten los artículos, pero separarlas de la carga utilizando un tabique divisor en buenas condiciones
  • Disponer de espacios con las paredes de la caja
  • La restricción del retorno del aire aumenta el “Delta T” y puede hacer que se congele la capa superior

En algunas condiciones se puede recomendar el empleo de cortinas plásticas, las cuales ayudan a mantener el aire caliente fuera de la caja. Otro punto muy importante es asegurarse que el aislamiento térmico haya sido aplicado correctamente, pues de lo contrario habría un exceso de consumo energético, mayor generación de emisiones contaminantes, pérdida o ganancia de temperatura indeseable, disminución de la eficiencia y daños al equipo de refrigeración, pérdidas económicas, entre otros.

El Portal del Transporte Refrigerado hace cinco recomendaciones para mejorar las prácticas de operación:

1.- Utilizar las características del ciclo centinela de encendido y apagado automático de las unidades, ya que esto disminuye hasta en 80 por ciento el consumo de combustible

2.- Ajustar los controles en la temperatura óptima para proteger la carga permite alcanzar ahorros importantes de combustible

3.- Emplear unidades refrigeradas de transporte con bobinas con condensador de microcanal, pues éstas pesan cerca de 15.88 kilogramos menos y ahorran entre 10 y 15 por ciento de refrigerante

4.- El uso de unidades de refrigeración crea zonas de temperatura múltiples en el mismo camión o tráiler, tienen capacidades de modo de espera eléctrico y utilizan otras características para reducir el consumo de combustible y las emisiones de carbono

5.- Implementar soluciones de control y monitoreo de temperatura por medio de redes para habilitar su visibilidad durante la cadena de frío ha permitido a los operadores de las UTR descubrir las ventajas de su costo y eficiencia, así como la seguridad y calidad que brindan a las mercancías

En conclusión, existen diferentes industrias que requieren forzosamente de una UTR para distribuir su producción entre sus diferentes puntos de venta; sin embargo, los resultados no siempre son los mejores, sobre todo cuando no se aplican las buenas prácticas. Para esto es fundamental que los técnicos encargados de realizar los mantenimientos estén perfectamente capacitados, pero también quienes trabajan de manera directa o indirecta con el traslado y almacenamiento de los productos, pues de esta manera se logrará que la cadena de frío no se rompa y se perjudiquen los productos.