La industria del aire acondicionado es un área con muchas oportunidades de innovación, entre ellas el ámbito de la normatividad. Por ello, con el afán de ofrecer mayor confort a los ocupantes de una edificación, se ha presentado una Norma Mexicana que busca garantizar condiciones de calidad para el ambiente térmico
Danahé San Juan
El confort térmico se refiere a las condiciones de temperatura, humedad y ventilación en un espacio, y que son favorables para el bienestar de las personas que se hallan en él. Dependiendo de estos ambientes, el trabajo de la gente puede favorecerse o provocar incomodidad o distracciones, tras reducir su rendimiento físico y mental.
Esto afecta la productividad considerablemente, por lo que, en la búsqueda de establecer parámetros de confort térmico aplicables en cualquier construcción, siempre que no sean residenciales u hospitalarias, un grupo de especialistas se reunió para trabajar en el Proyecto de Norma Mexicana PROY-NMX-C-7730-ONNCCE-2017, “Industria de la construcción –ergonomía del ambiente térmico– determinación analítica e interpretación del confort térmico mediante el cálculo de los índices VME y PPD y los criterios de confort térmico local”, la cual fue puesta a consulta pública en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Este proyecto está basado en la “ISO7730, una norma internacional que brinda los parámetros para establecer confort térmico por punto medio estimado (TME), metro de nivel de confort de los ocupantes y porcentaje de insatisfechos en el lugar. La intención es establecer una media para que más del 80 por ciento de las personas que ocupan un inmueble se sientan cómodas en un ambiente cerrado acondicionado”, precisa Darío Ibargüengoitia, presidente de Ibalca y presidente electo de ASHRAE Capítulo Ciudad de México.
De acuerdo con el DOF, el Proyecto de Norma Mexicana PROY-NMX-C-7730-ONNCCE-2017:
- Presenta métodos para el pronóstico de la sensación térmica general y del grado de incomodidad (insatisfacción térmica) de las personas expuestas a ambientes térmicos moderados
- Facilita la determinación analítica y la interpretación del confort térmico mediante el cálculo de los índices VME (Voto Medio Estimado) y PEI (Porcentaje Estimado de Insatisfechos) y de los criterios de confort térmico local, indicando las condiciones ambientales que se consideran aceptables para el confort térmico general, así como aquellas que dan lugar a incomodidad local
- Aplicable a hombres y mujeres sanos expuestos a ambientes interiores en los que el confort térmico es deseable, pero en donde tienen lugar desviaciones moderadas de este confort térmico, estando indicada para el diseño de ambientes nuevos o para la evaluación de los ya existentes
- Su empleo se prevé teniendo en cuenta lo indicado en la Especificación Técnica ISO / TS 14415:2005 4.2, respecto a personas con necesidades especiales
- Considera diferencias étnicas, nacionales o geográficas al tratar espacios no acondicionados
Los objetivos que se pretenden alcanzar con esta normativa son:
- Evaluar la contribución de los sistemas de confort dentro de la instalación
- Clasificar los espacios en los que son aplicables los estándares
- Otorgar la proporción térmica general, el grado de incomodidad o insatisfacción térmica, a través del cálculo del punto medio y el porcentaje estimado de insatisfacción
De esta forma, se establecen métodos para el pronóstico de la sensación térmica, por medio de una hoja de cálculo, que facilitarían su determinación analítica y la interpretación del confort.
Posteriormente, la norma señalará “cuáles son las condiciones de temperatura general aceptables para las personas y cuáles son los parámetros para la incomodidad. Si partimos del hecho de que las personas no van a permanecer todo el tiempo dentro del edificio, sabemos que hay variación dentro del acondicionamiento del espacio, entonces, el acondicionamiento puede ser por métodos mecánicos o bioclimáticos. Lo que buscamos es que esa incomodidad no rebase el 20 por ciento de los ocupantes para que se considere que el espacio está acondicionado de manera adecuada”, afirma el especialista.
Es importante mencionar que la aplicación de esta normativa no será en inmuebles residenciales u hospitalarios, sino para espacios de oficinas. Además, es la primera de una serie de normas dirigidas a temas de salud y productividad, por lo que su puesta en vigor será un gran avance. Esto porque si una persona se encuentra en un lugar donde la temperatura y humedad son confortables, su salud se verá beneficiada y, en consecuencia, los ausentismos por enfermedad se reducirían.
En cuanto al sector HVAC, los diseñadores buscarían establecer productos de mejor calidad y eficiencia energética, lo cual aumentaría la competitividad para lograr el confort ambiental.
La contribución de esta regulación para la correcta aplicación de la Calidad de Ambiente Interior (CAI) es de enorme relevancia, gracias a que ofrecerá parámetros específicos de rangos de temperatura y humedad.
Como señala Darío Ibargüengoitia, cuando hablamos de edificios sustentables hay que contemplar tres grandes pilares: el económico, el medioambiente y lo social. “Esta norma tiene como principal objetivo lograr la parte social para que la gente que ocupa las edificaciones se sienta cómoda, obviamente también cuida el medioambiente, reduciendo el tamaño de los sistemas de aire acondicionado. Además, atiende la economía dando buena eficiencia y aumentando la productividad. Esta norma tiene una gran importancia porque va enfocada hacia los edificios sustentables, la productividad y la responsabilidad social”, indica el experto.
¿Por qué conocerla?
Las personas que deben tener conocimiento sobre la norma y sus implicaciones son, principalmente, todos aquellos involucrados en el diseño, construcción y operación de edificios, pero también es crucial que tú como técnico conozcas las implicaciones de esta regulación, ya que la figura del técnico HVAC es una pieza primordial para la correcta operación de los sistemas que hacen funcionar a los edificios, en beneficio de los usuarios.
Cabe recordar que esta normativa es uno de los parámetros para ofrecer una buena CAI y se origina en la Norma Mexicana sobre la Calidad del Ambiente Interior, basada en la ISO 17772-1, que también contempla las normas mexicanas de Calidad del Aire Interior, Iluminación Interior y Acústica Interior.
Asimismo, se busca que sea aplicada a cualquier proyecto dentro del territorio nacional, pero además “es una invitación para que toda América Latina se base en esta norma mexicana, pero adaptándola a las condiciones de sus países. La mayoría de las naciones iberoamericanas pueden tomar como referencia esta norma, adaptarla y registrarla a su propio lenguaje, ya que cada país tiene sus propias particularidades”, concluye el presidente electo de ASHRAE Capítulo Ciudad de México.