México se prepara para impulsar la entrada en vigor de una normativa para edificios de oficinas en cuestión de calidad ambiental, un tema de enorme trascendencia del que se deberá mantener bien informado el técnico HVAC para mejorar sus buenas prácticas
Danahé San Juan
Conocer lo que sucede en el mundo de las normativas relacionadas con el sector del aire acondicionado es una necesidad que todo técnico debe cubrir para garantizar que los equipos con los que trabaja funcionen en las mejores condiciones. Esto tiene una importante relación con la aplicación de las buenas prácticas, pues favorece la calidad del aire interior. Dicho concepto contempla el confort térmico, el aislamiento acústico y la iluminación. Tres puntos de gran relevancia para la ejecución de los sistemas HVAC, así como para evitar que se presente el Síndrome del Edificio Enfermo (SEE), es decir, aquellas edificaciones en las que se manifiestan de manera simultánea síntomas que perjudican la salud de un conjunto de personas (entre 20 por ciento o más). Por ejemplo, irritación de ojos, nariz y garganta, resequedad en membranas mucosas y piel, ronquera, dificultades para respirar, erupciones cutáneas, náuseas, mareos, vértigos, cefalea, fatiga mental, infecciones respiratorias, resfriados constantes, alergias, etcétera. Existen dos clasificaciones para los inmuebles en los que se padecen estas condiciones:
1.- Temporalmente enfermos: edificios nuevos o recientemente remodelados en los que los síntomas desaparecen en aproximadamente medio año
2.- Permanentemente enfermos: edificios en los que los síntomas persisten a pesar de la aplicación de diferentes métodos para contrarrestar los problemas
Para disminuir la presencia de estos problemas, se estima que próximamente entre en vigor la nueva Norma Mexicana de la Calidad del Ambiente Interior para edificios de oficinas, en cuya redacción colaboraron Diseños Industriales Felaire, la Dirección General de Normas de la Secretaría De Economía, IBALCA, Imati Proyectos, el Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación (ONNCCE), Three Consultoría Medioambiental, TROX de México, la Universidad Panamericana, la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE) Capítulo Ciudad de México y Sustentabilidad para México (SUMe).
Esta nueva norma marcará un hito en la historia HVAC en México, ya que hasta ahora no existía una reglamentación que estableciera requisitos para asegurar buenas condiciones ambientales dentro de un inmueble de oficinas. La importancia de esta acción radica en que 90 por ciento del tiempo la gente se encuentra dentro de alguna edificación, donde se pueden concentrar las emisiones contaminantes, aunadas a la generación de calor, intervención acústica, entre otros factores, si no existe una adecuada circulación del aire.
“El objetivo es establecer los lineamientos de un confort relativo a la temperatura y humedad dentro de los edificios”, afirma Darío Ibargüengoitia, director de Comisionamiento en IBALCA y expresidente nacional de SUMe. También señala que la nueva norma será la madre de otras cuatro que contemplarán la calidad del ambiente interior, ventilación para espacios cerrados; acústica y vibración, así como temas de iluminación.
Buenos resultados
Las personas más beneficiadas serán los empleados, pues podrán desempeñarse en un lugar en el que las condiciones no afecten su salud y, por ende, su desempeño laboral será más óptimo. Para los constructores, la ventaja radica en el cumplimento de una norma mexicana, que, aunque será voluntaria, les traerá grandes beneficios, pues se trabajará con la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) para que posteriormente sea obligatorio tomar en cuenta sus objetivos en las áreas laborales.
Respecto a la fabricación y diseño de los productos HVAC, se buscará que estos cumplan con los requisitos de sostenibilidad, para lo cual se echará mano de las normas existentes como la 011 de eficiencia energética, el Código de Conservación de Energía para las Edificaciones de México, entre otras, en las que ya se han establecido los niveles mínimos de eficiencia y seguridad de los sistemas HVAC.
Ante este panorama, por un lado, el reto será mostrar a los desarrolladores los beneficios que implicaría apostar por la nueva normatividad, además de capacitar a diseñadores y usuarios para que los primeros aprendan a aplicarlas y los segundos tengan la capacidad de verificar su cumplimiento. Y, por el otro, se buscará que los técnicos encargados de los mantenimientos y la operación reciban capacitación, con ayuda de las normas mexicanas de comisionamiento, un proceso que ayuda a facilitar el adiestramiento del personal, a fin de garantizar que cuando se ponga en marcha la nueva Norma Mexicana de la Calidad del Ambiente Interior haya un proceso de capacitación para el personal.
Ingrid Viñamata, directora comercial de TROX México, detalla que en un principio se trabajó con la normativa para acondicionamiento, pero ahora se le está dedicando la atención correspondiente a la parte de climatización. Lo que se persigue es lograr que los sistemas HVAC sean más eficientes, no por cuestiones de mercadotecnia, sino para que los usuarios tengan la confianza de que su dispositivo es la mejor opción para cubrir sus necesidades. De igual forma, se pretende que el proceso de distribución se vea favorecido, e incluso que exista la posibilidad de que los equipos reduzcan su tamaño, pero aumente su eficiencia.
El asunto de las garantías es otro tema en el que se debe poner atención. En ocasiones los fabricantes deben cubrirlas a pesar de que los factores que provocan fallas en el sistema no provengan de fábrica. A veces, la causa del problema se debe a una instalación incorrecta, ya sea porque el técnico no siguió o leyó las indicaciones del manual del producto, o porque el equipo y su funcionamiento son desconocidos para él. De ahí la importancia de que fabricantes y distribuidoras ofrezcan capacitaciones constantes a los técnicos o que sean ellos mismos quienes busquen alternativas para certificarse e incrementar su conocimiento, con la finalidad de ofrecer un servicio de mayor calidad. Aunado a los beneficios que el prestigio de una buena instalación ejercería sobre el producto y el trabajo del técnico, el cual suele ser el intermedio entre la empresa que desarrolla el equipo y el usuario.
Asimismo, la especialista argumenta que las capacitaciones en torno al cuidado del medioambiente son una gran oportunidad para continuar fortaleciendo el compromiso ambiental, en México. “La capacitación es nuestra mayor fortaleza, debido a que puede fungir como la parte más importante que cualquier profesionista y/o técnico debe de trabajar con constancia, ya que, si desarrollamos la capacidad de la gente y hacemos buenos profesionistas, fomentamos la responsabilidad, cambiamos nuestra cultura y valoramos nuestro patrimonio”, afirma la directora de TROX.
Uno de los organismos más fuertes en este tema será la ASHRAE, pero junto a esta deberán sumarse instituciones de educación pública y privada, de tal forma que ya se trabaja con diferentes escuelas para que en sus matrículas se incluya el conocimiento de estas normas y su aplicación.